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Aseguran que durante la etapa de aislamiento el movimiento en los pueblos alcanza -como mucho- el 5% de lo habitual.
Desde la Asociación Misionera de Empresarios de Transporte de Pasajeros (AMETP), que nuclea unas 40 empresas -la mayoría son familiares-, comentaron que tienen un plantel de un poco más 600 choferes; además de los otros trabajadores que prestan servicio de forma directa o indirecta.
Una de las mayores preocupaciones está asociada al pago de los sueldos, sobre todo de abril ya que el mes completo el servicio -sobre todo- el interurbano estará suspendido.
Al respecto, el presidente de la AMETP, Sergio Prox, dijo a PRIMERA EDICIÓN que “las líneas urbanas están moviendo algo, pero las interurbanas que son las ingresan a las colonias y parajes no, eso está todo parado”.
Sostuvo que “para nosotros esto recién empieza, pero creemos que la decisión es acertada porque sabemos el movimiento que generan los colectivos”.
En lo que se refiere a la forma de hacer frente a los salarios de los trabajadores, señaló que “estamos dependiendo de la ayuda que tengamos de la Provincia. Con eso pudimos pagar los sueldos, pero los proveedores se verá después”.
Comentó que en algunos casos “se entregó el 60% de los sueldos. La idea es sostener el pago de los choferes y cubrir el convenio que tienen ellos”, confirmó.
En cuanto al uso del transporte público, expuso que “la baja es casi total. La gente en el interior no se mueve al menos que sea de extrema necesidad. El movimiento alcanza el 5% de lo que era antes”.
Por su parte, el empresario Julio Horianski indicó que “las líneas urbanas funcionan como un servicio de emergencia, es mínimo”. A la vez, reconoció que “la gente no se mueve, hay un alto acatamiento de la cuarentena y los que lo hacen es por alguna razón de urgencia”.
En cuanto a la preocupación por la recaudación, mencionó que “muchos viajan gratis”, ya que el personal de salud y las fuerzas de seguridad no abonan los pasajes por disposición provincial.
“Con lo que se mueve, no podemos atender los recursos básicos que necesitamos, como ser el combustibles, el chofer, el seguro, porque no hay recaudación”, enfatizó.
Asimismo, subrayó que algunas empresas “estamos con recursos propios y estamos muy mal”.
En este punto, explicó que “en diciembre se había concretado el congelamiento de tarifas y la UTA había dado una nueva escala que se debía hacer frente en enero”.
“Esperábamos que en 120 días se daría un esquema de reacomodo, pero llegó la pandemia y ahora el foco está ahí. Por lo tanto, todo lo relacionado a transporte o cualquier otra actividad quedó en un segundo plano”.
Detalló que “algunas empresas recibieron una compensación nacional y una provincial. Nosotros somos siete empresas las del grupo y algunas reciben subsidios y otras no”.