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Siete efectivos de la Policía de Misiones que fueron acusados de presuntos apremios solicitarán en las próximas horas, a través de su abogado, ser indagados por el juez que sigue la causa, según las fuentes.
La medida, que se concretaría la semana entrante, tiene como objetivo acelerar los tiempos procesales debido a la situación administrativa que atraviesan los uniformados de la sección Infantería de la Unidad Regional V de Puerto Iguazú, ya que los siete que están bajo la lupa fueron puestos en disponibilidad tras la intervención de la Dirección de Asuntos Internos de la fuerza de seguridad.
El caso, tal como publicó PRIMERA EDICIÓN en exclusiva, se registró a las 17 del pasado sábado 18 abril sobre la ruta provincial 24, en el paraje Deseado del municipio de Comandante Andresito.
De acuerdo al relato del denunciante, un changarín de 19 años, y de un testigo ante la Justicia, esa tarde se movilizaban juntos en una moto hacia el paraje Itatí (donde residen), cuando fueron interceptados por cuatro motocicletas de la policía.
Fue allí que tanto el joven como su amigo y vecino fueron maltratados, los obligaron a hacer flexiones de brazos y ordenaron que el acompañante se volviera a pie a su casa, mientras que al changarín lo escoltaron hacia el destacamento de paraje Deseado. Camino a la sede policial habría recibido la golpiza y obligado a más flexiones de brazos para luego secuestrarle la motocicleta y obligarlo a caminar trece kilómetros de distancia hasta su chacra.
Las lesiones fueron constatadas y obran en imágenes fotográficas presentadas con la denuncia que realizó la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura, organismo de la Cámara de Representantes de la Provincia. Ante el juez de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Martín Brites, quien sigue la investigación del hecho, la víctima relató que fue golpeada por uno de los policías, pero que el maltrato no fue exclusividad de este efectivo únicamente.
Los demás uniformados que lo escoltaban también lo obligaron a cumplir las órdenes, lo encerraban con sus motocicletas y hasta habrían provocado que derrapara y se cayera en la ruta terrada camino a la dependencia policial, siempre de acuerdo a la víctima. Ya en el destacamento habría recibido más golpes, cuando sólo intentaba explicarles que no había intentado escapar, que llevaba debajo del asiento carne que acaba de comprar en el pueblo, según obra en su declaración ante el juez.
Cachiporrazos
Tal como ya se publicó, las lesiones que sufrió el joven denunciante fueron realizadas con una cachiporra, que estaría entre los elementos secuestrados por la SAIC hace una semana, cuando tomó intervención en la investigación a instancias del juez de Puerto Iguazú.
Según la versión policial, todo sucedió en el marco de un “cerrojo sanitario” por la pandemia de coronavirus y en cumplimiento de la cuarentena en diferentes puntos de la jurisdicción por zonas rurales.
Fue allí que vieron al sospechoso realizando maniobras peligrosas con su motocicleta y al notar la presencia policial se dieron a la fuga.
Uno de ellos, a raíz de una maniobra (“Willy”), cayó al costado de la cinta asfáltica y emprendió la huida a pie por algunas chacras cercanas, dejando tirada una moto de 110cc sin ningún tipo de seguridad, por lo que se procedió a la incautación de la misma en presencia de testigos y no hubo arrestados.