El empresario forestal Román Queiroz, titular de Coama Sud América, una de las empresas más grandes de fenólicos, anunció que suspenderá por dos semanas sus actividades debido a que no hay pedidos para seguir trabajando.
La firma tiene más de cien empleados que accedieron a la ayuda del Gobierno nacional para cubrir parte de sus salarios. La idea es volver a la actividad en dos semanas, si es que se habilitan las obras públicas y privadas en las grandes provincias del país, que son las principales consumidoras de sus productos.
En declaraciones a PRIMERA EDICIÓN, Queiroz indicó que “no hay obra pública en las principales provincias que consumen en el país. Al no estar permitida la obra en esas provincias nos quedan dos caminos, seguir trabajando para hacer stock o parar por el bien de la empresa y después arrancar cuando estén dadas las condiciones”.
“Hay que pagar más de 100 salarios por mes, energía, madera, imposible, nadie puede seguir sin vender. Se decidió parar dos semanas pero si el 10 de mayo habilitan las obras en esas provincias vamos a arrancar. La empresa está fuerte y sana, paga todas sus obligaciones, lo que estamos haciendo es cuidarla, protegerla”, explicó.
Aclaró que han accedido a la ayuda del Estado para que todos los trabajadores cobren el salario: “gran parte del salario nos paga el Estado, lo que menos queríamos era que la gente quede sin salario”.
“Nosotros queremos trabajar, no queremos que nos mantengan, obviamente en este contexto tenemos que pedir ayuda al Gobierno”, señaló.
Queiroz es también titular de la Asociación de Madereros Aserraderos y Afines del Alto Paraná (AMAYADAP) y en ese marco sostuvo que “algunas empresas nunca abrieron desde que empezó la cuarentena, otros están trabajando a media máquina, y otros encontraron un nicho de mercado para abastecer, pero ninguna está con más de 50% de capacidad instalada. Salvo alguno que exporta el 100, aunque las exportaciones también están cayendo”.
Si la actividad sigue frenada, se animó a decir que esta crisis “es el peor momento económico del país, es peor que 2001. En 2001 no había asistencia del Estado a los desempleados, ahora están contenidos, si no hubiera asistencia los saqueos estarían a la orden del día hace mucho tiempo”, advirtió.
Encuesta de FAIMA
La situación de Coama Sud América es el reflejo de lo que está atravesando el sector forestal. La Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA) encuestó a más de 330 empresas del sector argentino respecto al impacto del COVID-19 y la cuarentena en su actividad. Un 58% de las empresas presenta caídas mayores al 70% en sus ventas y el 78% del total relevado muestra caídas mayores al 50%.
En el segmento “muebles” el 75% de las empresas marcan una caída mayor al 70%. A pesar de que el sector fue considerado esencial en algunos eslabones de la cadena, el impacto del cierre de locales comerciales a la calle y el freno a la obra pública-privada pusieron al sector en una situación extremadamente delicada.
La muestra, como reflejo del sector, se caracteriza por tener empresas PyME con el 62% del total con empresas de 1 a 19 empleados. Dentro de este segmento en particular el 72% considera que no está seguro de poder abonar el salario de abril o que podrá hacerlo sólo hasta un 50% del total. Agrega que el 55% no tiene canales de venta online para suplir el cierre de locales.
Respecto a variables financieras el 60% de la muestra aún no pudo acceder a la línea de crédito al 24% al mismo tiempo que el 57% indica la presencia de cheques rechazados en abril.
Entre los motivos para la dificultad de acceso al crédito se destacan la falta de información por parte de las entidades sobre todo lejos de los principales centros urbanos, la exigencia de la nómina completa de empleados en esa entidad y el pedido de mayores garantías desconociendo el FoGAR.
Ante esta situación la mayoría de los encuestados para afrontar sus compromisos financieros procedió a la descapitalización de las empresas, el diferimiento de algunos pagos o el acceso a líneas crediticias más caras que las oficiales.