“Cada literatura nacional es demasiado amplia para ser traducida a cualquier idioma por completo. Y no hace falta hacerlo, porque no todos libros y autores lo merecen.
Sin embargo, existen obras y autores sin los cuales nuestros conocimientos de tal o cual literatura nacional serían incompletos, sin los cuales no podemos imaginar una literatura. Tal es, entre otros grandes escritores del siglo XX, Horacio Quiroga”, manifestó el diplomático y traductor literario, Sergio Borschevsky, en referencia al escritor uruguayo, radicado en la localidad misionera de San Ignacio, a principios de siglo.
“Siempre elijo y trato de traducir las obras más importantes. Por lo tanto, en 2015 aparecieron ‘Cuentos de la selva’ (compuestos del libro homónimo) y de ‘Las aventuras de Anaconda’ en mi versión ucraniana. Hay que decir que antes existían otras traducciones de estos cuentos, realizadas por Volodýmir Jaritónov (mi profesor de la Universidad de Kyiv) y Serhiy Koval, ambos fallecidos. Pero aquellas ediciones se agotaron hace años, por esto se necesitaba una nueva edición, y la hice yo”, agregó, quien actualmente preside la Alianza de Traductores de Kyiv y es miembro de la Mesa Directiva de la Unión Nacional de Escritores de Ucrania. Lo hizo en el año 2014 y le demandó alrededor de tres meses. La tirada ya se agotó por lo que, quizás, “haya que pensar en una reedición”.
Vía correo electrónico, siempre atento y predispuesto a la requisitoria, explicó a Ko´ape que “cada texto representa para un traductor tales o cuales dificultades. Porque siempre se trata de algunos elementos de otra cultura, tradición, realidad. Antes de traducir siempre hay que investigar bien todos los pormenores de la obra original. Ahora, en la época de Internet, es una tarea mucho más simple en comparación con 1977, por ejemplo, cuando viví en la jaula llamada URSS y tuve que representar a mi lector la suntuosa naturaleza colombiana que aparecía en las páginas de ‘El otoño del patriarca’, consultando a los especialistas del Jardín Botánico”.
Indicó que, por supuesto, “antes de traducir un libro trato de averiguar todo lo posible sobre su autor y estudio su biografía. Es que la biografía del escritor siempre es una llave que ayuda a descifrar su obra. En 1987 fui a buscar a (Gabriel) García Márquez a un hotel de Moscú, a las 3 de la tarde y con una rosa color del Mar Caribe, pues sabía que fue su flor preferida, la que su esposa Mercedes le ponía sobre su escritorio cada mañana”.
“He traducido varios libros de autores argentinos: Borges, Sabato, Arlt, Cortázar, Gorostiza… En 2012 condecorado con la Orden de Mayo de la República Argentina por estas traducciones. Y tengo traducido el libro de Horacio Quiroga compuesto de dos libros suyos: “Cuentos de la selva” y “Las aventuras de Anaconda”.
Borschevsky siempre trata de traducir las obras maestras, tanto de poesía como narrativas. “Soy traductor de obras del teatro clásico español ‘La moza del cántaro’; ‘Los milagros del desprecio’; ‘La fuente ovejuna’, de Lope de Vega, así como de ‘La dama duende’ y ‘El príncipe constante’, de Calderón. También edité cuatro tomos de Juana Inés de la Cruz, que es la edición más completa entre todas publicadas en otros idiomas”.
Entre autores traducidos, mencionó a Premios Nobel como García Márquez, Vargas Llosa, Octavio Paz, Cela, entre otros. Y tradujo muchos libros de autores argentinos. “Tengo cinco libros de Borges, dos de Cortázar, pero además un poemario de Lugones, ensayos de Sabato, piezas teatrales de Arlt y Gorostiza… Y esta lista no es completa. Pero no es mi mérito. La literatura argentina es muy rica. Dije una vez, durante la presentación de un libro, que podría traducir durante toda mi vida solamente a los escritores argentinos, y me faltaría tiempo para abarcar todas las obras válidas”, reconoció.
Laureado
Ahora Borschevsky es laureado de varios premios literarios nacionales, cinco de ellos en género de la traducción. “Pero el reconocimiento de otro país es algo especial. Cuando la Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Argentina en Ucrania, Lila Roldán Vásquez de Muan, me entregó esta condecoración leí unas líneas escritas en víspera del acta:
Por millares de mis compatriotas que en su trayectoria peregrina remendaron allí sus suertes rotas
¡gracias, Argentina!
Por tus Borges, Sabato y Lugones que colmaron mi ser de su luz divina que me llena de estro y de emociones
¡gracias, Argentina!
Por el sol que brilla en tu bandera y alumbra mi vida, y me destina a la obra nítida y sincera
¡gracias, Argentina!
En 2019 Borschevsky llegó a la Argentina como invitado especial de la Feria de Libro de Buenos Aires. Esa fue la primera vez que estuvo en nuestro país, y su estancia no superó los seis días. El programa fue muy intensivo, incluía dos conferencias, tres entrevistas a los periodistas argentinos, visitas a la Fundación Internacional Jorge Luis Borges y al Ministerio de Asuntos Exteriores y Culto entre otras. “Obviamente, no pude salir de Buenos Aires”, dijo. Consultado acerca de los planes de venir a Misiones para conocer el lugar donde vivió Quiroga, respondió: “Hace unas semanas cumplí 74 años, y como se sabe, el hombre supone, y el Dios dispone”.