El individuo, quien estaba a punto de ser indagado por la jueza Nuria Allou, zafó de su custodia (dos efectivos de Bernardo de Irigoyen) y corrió hacia una ventana. En ese preciso instante intervino otro uniformado de turno en el Juzgado que, rápido de reflejos, lo tomó de una pierna.
Luego entre los tres policías impidieron que se arroje, quedando el hombre colgado con su cabeza hacia abajo y esposado.
Tras ser atendido por un médico, quien le suministró sedantes, el hombre fue alojado en la comisaría Tercera de Eldorado, bajo estricta vigilancia y a la espera de declarar ante la magistrada.
El individuo fue arrestado el pasado jueves a la madrugada en Bernardo de Irigoyen tras tomar de rehenes a su pareja, una beba y otros dos menores. Fue luego de conocerse la denuncia que radicó su esposa, quien dijo que lo sorprendió manoseando a su hija de 9 años. La denunciante también lo acusó de violarla a ella.
El intento evidente de quitarse la vida remite al popular caso de Alejandro Puccio en 1985. El rugbier que integraba el clan familiar acusado de múltiples secuestros y crímenes saltó de un quinto piso del edificio de Tribunales. Estaba esposado y también iba a declarar.