La ruta costera de la Calzada, entre las ciudades deBelfast y Derry~Londonderry, es un caleidoscopio de paisajes naturales, impresionantes acantilados, arroyos de montaña y cataratas.
Esta sobrecogedora y apacible ruta costera arranca en Belfast y lleva al extraordinario sendero de acantilado de los Gobbins, a través de los hermosos Glens de Antrim y hasta la famosa Calzada del Gigante.
Desde Belfast, pasando por el sendero de los Gobbins y todo el camino hasta el sitio patrimonio de la UNESCO que le da su nombre, esta increíble ruta se disfruta mejor a paso lento. Los días pasan apacibles mientras se conduce por la costa disfrutando de paisajes marinos únicos, comiendo marisco fresco y explorando preciosos pueblos costeros.
Las románticas ruinas del castillo de Dunluce parecen tambalearse sobre un escarpado promontorio. Esta fortaleza del sigo XIV fue abandonada en 1641 después de que una parte de su cocina se desplomara al mar durante una tormenta. En el cementerio contiguo descansan víctimas del atronador Atlántico: marineros enterrados después de naufragios como el del Girona, mientras que los tesoros encontrados en el buque pueden verse en el museo del Ulster en Belfast.
La costa de Antrim no tiene nada de modesta. Allí verá la naturaleza en su estado más primigenio: formaciones inauditas que llevarán su imaginación a otro mundo. No es de extrañar que el lugar esté envuelto en mitos oníricos y fantásticos.
Un paseo único que esperamos no falte mucho tiempo para que quienes así lo deseen lo puedan realizar. ¿Por ahora? Quedate en casa y no pares de soñar.
Leyenda
Cuenta la historia que Fionn mac Cumhaill (Finn McCool), un gigante irlandés, se enemistó con el colosal escocés Benandonner quien amenazaba Irlanda. Un día, cansado de soportar insultos, Fionn agarra pedazos de costa en Antrim y los lanza al mar. Las rocas crean una senda por la que puede cruzar y darle una lección a Benandonner.
El resultado es la maravillosa Calzada del Gigante.
Puente Carrick-a-Rede
El puente de cuerda Carrick-a-Rede lleva más de 250 años uniendo la isla de Carrick con el resto del Condado de Antrim. Puede que balancearse a 30 metros de altura sobre el océano no parezca la forma más relajante de realizar este trayecto de 20 metros, pero el puente ha evolucionado mucho con el tiempo. En la década de 1970, no tenía más que un pasamanos y faltaban varios listones de madera. Para cruzar el puente hace falta sangre fría, pero si llega al otro lado, recibirá la recompensa de unas vistas impresionantes hasta la isla de Rathlin e incluso Escocia. Además, estará a tiro de piedra de la Calzada del Gigante, declarada patrimonio mundial de la UNESCO.