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Perteneciente a la aldea Jasy Porá, era también madre del cacique Roberto Moreira. Hace unos años fue inmortalizada en uno de los murales que adornan la ciudad de Puerto Iguazú, pintado por el artista plástico Antonio Olivera, en homenaje a lo más representativo de la tierra colorada entre los que guardó un espacio especial para esta referente mbya.
Fue el director de la escuela intercultural bilingüe 941 Jasy Porá, Javier Rodas, el encargado de comunicar la muerte de esta anciana, luchadora de los derechos de los guaraníes: “Lamento compartir la noticia de que la sabia abuela Laura partió hacia el Yvy Marae’y (la tierra sin mal). Gracias infinitas por tu amor, por tu sabiduría, por todo tu legado heredado y compartido”, fueron algunas de las palabras que acompañaron su despedida.
Por otra parte, recordó “cuántos años compartidos dando tu amor a tus hijos, a los niños de las escuelas interculturales, a las comunidades donde tu presencia permanente nos alegraba con tu amor y sabiduría. Más de 100 años en esta tierra compartiendo desde los años 80 en la Escuela Mbororé, esa primer escuelita pública en una comunidad mbya guaraní en Misiones (año 1986) donde Luisito Rolón y Ángela Sánchez compartieron la cotidianeidad con vos. Épocas en los que para llegar a las aldeas había que caminar por las picadas no sin poco cuidado. Los años transcurrieron y con las familias de la mano de Roberto Moreira se inició un nuevo tekoa: Jasy Porā. Gracias por tu herencia de madre, de sabia, defensora de todo el legado cultural mbya guaraní: el Ñande Reko, raíz e identidad de nuestra región”.