“Se han respetado en gran porcentaje los horarios de actividades y la evaluación económica deberán hacerla los comerciantes. Pero la gente aún es muy reacia al ingreso a los locales, pregunta desde afuera”, dijo, a modo de balance de la primera semana de flexibilización comercial del aislamiento social obligatorio en Posadas, el intendente Leonardo Stelatto a PRIMERA EDICIÓN.
Respecto a los rubros que abrieron, aseguran haber tenido ventas promedio del 30% de días sin pandemia.
A su vez, el dato del jefe comunal capitalino respecto a la reacción de una porción de los consumidores, fue eje de reuniones virtuales entre funcionarios como dirigentes mercantiles empresarios, para ver de qué manera se potencia (a la par de la atención cara a cara en los locales comerciales) la capacidad de respuesta para las ventas online.
El temor a salir que tienen muchos vecinos por la desconfianza al posible contagio al COVID-19, son actitudes que llevan a suponer la vida futura demasiado virtual. Algo para lo cual la gran mayoría de los empresarios no se preparó adecuadamente previo a la pandemia, que empujó agresivamente al virtualismo. Particularmente los más pequeños y medianos dedicaron sus últimos esfuerzos económicos en no desaparecer de la actividad, producto de la recesión. Y lejos estuvieron de prever tan complicado escenario, aún cuando Argentina es un país de constantes problemas.
En el caso del comercio misionero, ya no solamente el posadeño, se requieren enormes esfuerzos para instalar urgentemente una logística que sea capaz de dar respuesta a la demanda en las ventas virtuales.
Habrá que invertir en conectividad, equipamientos, capacitación de recursos humanos y el respaldo para un camino que puede ser largo hasta su consolidación. En medio de la crisis más importante del nuevo siglo, sin un Estado más presente que financie la reconversión comercial, dificilmente se pueda aplicar.
También se requerirá de entidades financieras menos voraces, que acompañen un proceso que los volverá a beneficiar en el esquema transaccional electrónico. Desde menores intereses de financiación hasta menores tiempos de pago a los comerciantes, serán normas a mejorar.
El potencial total del e-commerce, aún desconocido en la tierra colorada salvo por las primeras experiencias de PyME empujadas por la pandemia, primero exige tener un rápido y efectivo proceso reglado, sencillo y de satisfacción.
Los especialistas promueven pocos clicks, en botones y leyendas claras de lo que se está comprando y que se garantice la llegada del producto en óptimas condiciones a la brevedad posible. Si ello se produce, dará confianza y recomendaciones entre clientes para crecer en un segmento poco explotado.
En el marco institucional, los máximos referentes del oficialismo, con Carlos Rovira a la cabeza, realizaron un cónclave digital y acordaron avanzar con una prueba piloto de un “Mercado Libre a la misionera”, con el programa “Chacra Virtual”, con el sostén tecnológico de Marandú Comunicaciones.
Consiste en ofertar en Internet el producido de la agricultura familiar de la Provincia y desarrollar un sistema de ventas online, con distribución puerta a puerta, de los productos elaborados por los colonos.
Paralelamente se instruyó en Posadas al equipo de Stelatto, para acompañar a los comerciantes poniendo la infraestructura del municipio a disposición del reparto, utilizando la aplicación Misiones Digital, que permitirá elegir productos, efectuar el pago y recibirlo en poco tiempo sin salir de la casa y garantizando la transparencia y fidelidad del sistema.
Al fin y al cabo, la fidelización del proceso virtual definirá su futuro.
La otra virtualidad
Según la Real Academia Española, una de las acepciones que tiene el adjetivo “virtual” es “Que solamente existe de forma aparente y no es real”. Cabe perfectamente para definir cómo terminaron los anuncios presidenciales para miles de PyME y monotributistas que quisieron acceder a la asistencia financiera.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, aplicó la misma metodología que para la negociación de la deuda externa, con los generadores de empleo privado a punto de desaparecer. Es decir, se mostró en los medios al igual que otros funcionarios o el propio Presidente, con una firmeza en las promesas de ayuda que podrían convencer a cualquiera que no esté atravesando este desesperanzador panorama.
Sin embargo, en la práctica, la realidad supera a cualquier ficción y se puede hasta contrariar el famoso dicho del expresidente Juan Domingo Perón: “Solo los hechos dan fe a las palabras”.
Ante la masiva exclusión de PyME en los créditos a tasas del 24%; de los monotributistas en los préstamos a tasa cero; o del pago del 50% de salarios del ATP, llegó una propuesta misionera. El gobernador Oscar Herrera Ahuad anunció esta semana nuevos beneficios: un Programa de Reposición de Stocks (RET) para la reapertura o incremento de las actividades, de hasta $500 mil para la reposición de stock. También un Programa de Emergencia Complementario (PEC), para salarios y gastos de estructura, hasta $100 mil para monotributistas y $600 mil a responsables inscriptos.
Las medidas están dirigidas a PyME y emprendedores con empleados, y a cuentapropistas sin empleados (monotributistas y responsables inscriptos) que no accedieron a créditos nacionales y programa ATP.
Quienes hayan accedido a los programas de ATP sólo podrán solicitar el Programa de Reposición de Stocks (RET) y quedan excluidos de acceder al Programa de Emergencia Complementaria (PEC).
La “bajada de línea” del conductor renovador a los asistentes a la reunión online fue que “el Estado debe estar presente para todos, los desocupados, los monotributistas, las PyME y los emprendedores. A algunos se los asistirá con alimentos y medicamentos; a otros ayuda salarial o descuentos en servicios como la luz; y para los últimos se anunció una línea de créditos para emprendedores, que irán de los 10 mil a los 100 mil pesos, buscando que cada familia elabore un proyecto propio a su medida que le permita obtener recursos adicionales para sobrellevar la situación.
Gestionando recursos
El mandato renovador del cónclave oficialista fue que los funcionarios deben en adelante golpear las puertas y llamar casi a diario a los pares nacionales, a fin de requerir la llegada de recursos federales en planes y programas. Pero, además, del pago de las históricas deudas que tiene la Nación con Misiones.
El Gobernador está detrás de un inminente acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por siete millones de dólares, vía el Gobierno nacional, para apuntalar empresas en los Parques Industriales misioneros, finalización de obras públicas (hospitales, pequeñas obras en los municipios, etc.) que generen mano de obra.
Tras su último encuentro con el presidente Fernández en Olivos, ocurrida a mediados de abril, la Casa Rosada fue transfiriendo deudas del FET, de algunas obras públicas pero resta una importante porción de fondos no percibidos.
En ese camino, Herrera Ahuad abandonó las teleconferencias y se fue en auto hasta Buenos Aires para apurar los convenios de pago. Lo consiguió con el ministro de Educación, Nicolás Trotta, por los meses que la Provincia puso recursos para abonar a los docentes el Artículo 9 (gestión Macri y lo que va de Fernández).
Después, acomodó con la flamante titular de ANSeS, María Fernanda Raverta, los papeles desordenados que dejó Alejandro Vanoli sobre los casi mil millones que el organismo le debe al IPS misionero, como caja no transferida a la Nación en los `90, para el equilibrio de sus cajas previsionales.
Esta semana se podría conocer qué porción le tocará a Misiones del auxilio financiero que la Nación distribuirá para pago de salarios, alquileres, servicios en el rubro del turismo y la hotelería. Ya se maneja un monto global pero la pelea, como en la coparticipación, está en la forma en que se distribuyen los fondos.
La tierra colorada puja por la prioridad para los destinos que mayor cantidad de turistas movilizaron antes de la pandemia de COVID-19. Si prospera la postura, se “oxigenará” Iguazú como principal destino y otras localidades en las que el cierre dejó “nockout” a emprendedores.
Es muy necesaria la asistencia gubernamental si se piensa en retomar en poco tiempo una actividad que dejó muchos recursos a Misiones.