“Cada parte del trayecto recorrido tiene una gran batalla, a veces muchas lágrimas, pero con ellas y todo, la certeza de estar haciendo lo correcto”, sostuvo Lorena Analía Colazo Bidegain, al haber cumplido 30 años de intento por hacer resurgir a los ferris que alguna vez unieron a Encarnación con Posadas, con el firme propósito que sean declarados Patrimonio Nacional. Y a pesar de los altibajos, no se detiene en la lucha porque “defenderlos es parte de mi vida. Es algo que llevo en la sangre, en lo más profundo del sentir ferroviario que llevo muy dentro de mi”.
Recordó que a la lucha la empezó el mismo Colazo, en 1990. Y si bien, su hija “estaba dentro del ferrocarril en ese momento, iba y venía, hasta que en 1993 me radico acá. En esos años me dediqué a acompañar lo que él hacía y nunca pensé que me iba a poner esta situación al hombro sola, como lo fui haciendo todos estos años. Papá falleció hace nueve años y yo tomé la posta. Primero nos dejó Aguilar, después papá, y luego Azarmendia, entonces me di cuenta que no había nadie más que siguiera la batalla. Fue por eso también que también tomé la decisión de radicarme definitivamente en Misiones para estar más cerca y poder seguir el proceso”.
Para Analía, el camino no fue fácil, nunca. Menos aún cuando empezó. “Puede ser que ahora es un poco más tranquilo. Hace un par de años logré tener un poco más de quorum para ser escuchada en el tema, sobre todo desde que el exgobernador (Hugo) Passalacqua decidió hacer la primera recuperación, cuando los sacaron a flote, después que estuvieran mucho tiempo hundidos”, manifestó.
“Mi ideal cumplido sería lograr el parque temático ferroviario, rescatar a los ferris, esa parte importante de la historia ferroviaria en la provincia. Sería una especie de homenaje a la memoria de quienes lucharon como el capitán Arzamendia, Aguilar y papá. Y el sueño que tenía Daniel de verlo cumplido y por el que tanto trabajamos en conjunto para que se logre. Es el mejor homenaje que podría rendir a los cuatro”.
Espera la restauración de los gigantes, llegados desde Escocia en 1913. “No se si definitivamente, tal como eran, porque es casi imposible. Es que hay cosas que no se pueden recuperar nunca más como la parte de la cabina de mando de ambos. De uno, sólo quedó el esqueleto. Pero al menos verlos recuperados, con el casco a flote, que no tenga que estar padeciendo como todos estos años. La media sanción en el Senado de la Nación -declararía Patrimonio Nacional- le daría esa posibilidad, de una recuperación definitiva que no le traiga costos a la provincia, más en este momento en el que hay tantas necesidades y hay que dar un montón de batallas, donde en el orden de prioridades, primero está la vida”, explicó.
“Inevitablemente esto me emociona infinitamente. Cada parte del trayecto recorrido tiene una gran batalla, a veces muchas lágrimas, pero con ellas y todo, la certeza de estar haciendo lo correcto. Vale la pena intentar hasta el último aliento para que la historia no muera”.
Pero si no fuera posible hacer el rescate mediante el Senado, “presentamos un proyecto que sería muchísimo menos costoso para todos, porque la idea era restaurarlos interactuando con las escuelas técnicas y que a su vez los chicos tengan posibilidad de conocer no sólo conocer los ferris, que son únicos en el mundo -a esta altura ya no hay otros- sino que también sepan valorar la cultura y la historia de Misiones, que sepan que tienen algo único en su lugar, en el lugar donde viven”, añadió.
Porque crecí con el río,
abrazándome a tu historia,
el sonido de silbato aún resuena en mi memoria,
siguen pasando los años…
y la tripulación se ha ido,
quizás en ese viaje que no conoce el olvido.
Voy bordando en mi memoria…
a veces tu paso lento aunque ya no estés conmigo,
sigo aferrada a este amor que fui aprendiendo contigo,
como quisiera que sepas ,
que por tu amor aquí sigo,
DEFENDIENDO ESTA HISTORIA,
porque la que tanto luchaste,
gracias Viejo Querido!! La historia no muere, el patrimonio se cuida, se preserva, se defiende!!!
Conoció a su compañero de vida, el editor y camarógrafo Daniel Correa -al que perdió hace casi dos años- cuando empezó una instancia muy particular de esta batalla, cuando los ferris comenzaron a escorarse. Fue breve pero intenso. La acompañó en el tema de la Declaración de Patrimonio de la Estación Miguel Lanús, la denuncia ante el Ministerio y ante Trenes Argentinos. “Dani andaba conmigo para todos lados porque no es fácil moverse solo en ese aspecto, pero tampoco es fácil hoy, seguir. Es como una asignatura pendiente para mi, cumplir no sólo su sueño, sino también el mío, que es que la Estación se convierta en el Museo Ferroviario que siempre soñamos. Sería la sede del primer museo ferroviario dirigido y presidido por una mujer como institución en el mundo. Eso era algo que le daba mucho orgullo, admiraba que me metiera al frente en un mundo masculino, entonces siento como que debo cumplirle ese sueño”.