En el marco del Día Mundial de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII), la médica gastroenteróloga Alicia Sambuelli dialogó con FM 89.3 Santa María de las Misiones para destacar la importancia de un diagnóstico y tratamiento temprano de la enfermedad para reducir la severidad de los síntomas y evitar o retrasar recaídas.
“Hay una enfermedad inflamatoria intestinal cuando las células inflamatorias lesionan las paredes del intestino y producen úlceras o fistulas que son comprobables en los estudios”, dijo Sambuelli.
Asimismo, explicó que se trata de una enfermedad crónica y autoinmune que, si bien dura toda la vida, tiene tratamientos diversos que ayudan a mejorar la calidad vida. “Para la mayoría de los pacientes, las EII son progresivas, lo que significa que un tratamiento temprano permite que las personas tengan un mejor pronóstico”, subrayó.
En cuanto a las más frecuentes, la médica mencionó a la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
No cortar el tratamiento
Las EII afectan mucho la calidad de vida de las personas que no siguen un tratamiento adecuado o que deciden suspenderlo. “En una colitis ulcerosa, el 6% de los pacientes tiene un cuadro muy severo que se llama megacolon tóxico que si no responde rápido al tratamiento, va a requerir cirugía”, explicó Sambuelli y agregó que “también puede haber hemorragias importantes”.
Por otra parte, en el caso de la enfermedad de Crohn, además de las complicaciones mencionadas, también se le suman las fisuras y “con el tiempo de la enfermedad pueden desarrollar una tendencia al cáncer”, destacó.
Es por ello que Sambuelli insistió en la importancia de no cortar el tratamiento ya que “la enfermedad se puede reactivar y eso puede traer muchas consecuencias: el paciente puede terminar en una guardia o internado”, aseguró.
En este sentido, y viviendo en un contexto particular de pandemia, la médica aconsejó continuar con los controles pertinentes y recordó que “el Ministerio de Salud elaboró una resolución para que se puedan hacer recetas por medios electrónicos, lo que es una solución acertada para que los pacientes crónicos puedan continuar con sus medicamentos”.
Los síntomas suelen presentarse en adultos de entre 20 y 30 años aunque ninguna edad es descartada. “La diarrea, sangrado rectal, dolor abdominal, pérdida de peso, anemia y fiebre son los síntomas más frecuentes”, enumeró Sambuelli.