
Los vendedores ambulantes de la capital provincial siguen aguardando que se confirme la habilitación de los correspondientes protocolos sanitarios para retornar a la actividad. Afectados por la crisis económica y el parate producto del aislamiento social, remarcaron que muchas familias no tienen “ni siquiera para comer”.
Además, con el cansancio de la prolongada espera, adelantaron que si no obtienen respuestas inmediatas comenzarán a evaluar medidas de fuerza a modo de protesta.
Con el antecedente de las reaperturas de La Placita del Puente y el Mercado Modelo, la semana pasada se llevó a cabo una reunión entre el Sindicato de Vendedores Ambulantes de la República Argentina (SIVARA), diferentes delegados de los trabajadores y el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Posadas, Juan Pablo Ramírez, para intentar avanzar en la habilitación de los permisos que les permitan volver a atender y vender al público en general.
También fueron recibidos por el defensor del Pueblo, Alberto Penayo, en un encuentro cuyo resultado fue una recomendación a la Comuna posadeña para la reanudación inmediata de las actividades con los cuidados sanitarios correspondientes.
Sin embargo, los vendedores ambulantes todavía no obtuvieron respuestas concretas sobre la fecha en la que podrían retomar la actividad. La compleja situación abarca a los chiperos, los puestos de la chacra 32-33 y de la chacra 149, de las inmediaciones de las ferias francas de Santa Rita, Itaembé Miní y Villa Cabello, y vendedores del Parque Sarmiento.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el titular del SIVARA en Misiones, Alberto Fuste Padrós, remarcó que “los delegados armaron las propuestas de protocolos. El pasado martes nos juntamos y fuimos con los delegados, que le plantearon a (el secretario de Gobierno municipal, Juan Pablo) Ramírez que la mayoría no tiene nada para comer. La situación es gravísima, hay mucha gente deprimida por situaciones familiares muy complicadas, depresión, angustia, no pueden pagar nada y todo eso es porque hace más de 70 días que no trabajan”, advirtió.
Reiteró que “la gran mayoría no tiene para comer. Recurren a comedores comunitarios y merenderos. Algunos tuvieron la suerte de recibir las provistas que da el Ministerio de Trabajo pero eso dura como mucho para tres días”.
Y añadió: “La idea es implementar un buen protocolo que contemple y cumpla los requisitos sanitarios, y que se pueda vender al público sin que corra riesgo ni el vendedor ni el cliente”. Indicó que si bien “Ramírez se comprometió en trabajar urgentemente para conseguir la aprobación de los protocolos, no hay fecha determinada”.
A todo esto, el representante de los vendedores ambulantes afirmó que los ánimos se exasperaron y adelantó que “si no hay novedades, se tendrán que adoptar las medidas de fuerza que definan desde las bases”.