
Acorralado de la misma manera que el jueves 29 de noviembre de 2018, cuando una patrulla del Escuadrón 10 “Eldorado” de Gendarmería Nacional lo detuvo al volante de una camioneta atiborrada de marihuana prensada.
Así se encontró Matías Eduardo Sotelo (28), luego que las evidencias y pruebas de la pesquisa le ofrecieron una sola alternativa ante el Tribunal oral en lo Criminal Federal de Posadas, reconocerse culpable y firmar su acuerdo a recomponer su conducta con cinco años de prisión efectiva en la unidad penal de Candelaria por violar la ley 23.737, o ley de drogas.
El fallo al que tuvo acceso PRIMERA EDICIÓN fue homologado ayer por los camaristas Manuel Alberto Jesús Moreira, Norma Lampugnani y el subrogante Víctor Antonio Alonso y ratificó el monto de pena ofrecido por la fiscal federal Vivian Andrea Barbosa.
Serán así cinco años de prisión, accesorias legales y costas, como autor penalmente responsable de los delitos de “transporte de estupefacientes en concurso real con desobediencia a funcionario público”, previstos en el artículo 5, inciso C de la ley 23.737 y los artículos 12, 21, 29 y 239 del Código Penal Argentino.
De acuerdo a la plataforma fáctica analizada por los tres jueces, el eldoradense Matías Sotelo fue descubierto cuando conducía una camioneta o combi Mercedes Benz Sprinter y al aproximarse a velocidad reducida al retén de Gendarmería sobre la ruta nacional 12, a la altura del kilómetro 1.549, cuando los efectivos le detectaron algo extraño: la suspensión del vehículo estaba bastante baja, mucho más de lo normal y era indicativo de que viajaba con exceso de carga.
Fue entonces que uno de los efectivos, pese a que el conductor nunca detuvo del todo su marcha, logró observar por la ventanilla trasera que detrás del furgón había muchos bultos amontonados de forma irregular.
Cuando le dijeron al chofer y le hicieron señas para que detuviera la marcha, con el claro objetivo de realizar una requisa exhaustiva, el sujeto hizo caso omiso. Incluso cuando los patrulleros de Gendarmería prendieron sus balizas y sirenas. Aceleró y comenzó a escapar a toda velocidad.
Los móviles de la fuerza federal lo siguieron veinte kilómetros, Sotelo ingresó a un camino secundario de tierra, donde hizo una maniobra peligrosa y terminó derrapando en una zona de monte, cerca de la calle Florida de Eldorado. Las sospechas de los gendarmes no estaban para nada erradas. Se trató de un “narcoconductor” con dos toneladas de marihuana.
Momentos después de producirse el percance vial, intentó escapar por la ventanilla del lado del conductor, pero no pudo hacerlo ya que estaba rodeado y fue rápidamente reducido. Los efectivos incautaron dentro de la camioneta 80 bultos plásticos con 2.018 “ladrillos” o “panes” de cannabis sativa. Al pesaje oficial fue de 2.124 kilogramos.