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A pesar de que con la llegada de las bajas temperaturas se espera una disminución de los casos de dengue, el Aedes aegypti continúa su ciclo de desarrollo.
En toda Argentina, la red de investigadores comienza a notar cada vez más pacientes con dengue en áreas más al sur del país y de acuerdo al Ministerio de Salud de la Nación los casos superaron marcas históricas con más de 43 mil contagios, donde Misiones es la segunda provincia en incidencia poblacional de esta enfermedad viral.
Más allá que los ojos estén puestos en los casos de coronavirus, desde Salud Pública provincial registraron casi 10 mil cuadros febriles relacionados con dengue y ahora se espera que la curva comience su descenso.
PRIMERA EDICIÓN habló sobre la presencia del Aedes aegypti en la región con el biólogo especializado en insectos, integrante del Grupo de Investigación sobre Mosquitos en Argentina (GIMA), Fabricio Tejerina, quien contó que “en Misiones, con la gran cantidad de vegetación, cuenta con mayores lugares con humedad y el mosquito puede vivir más tiempo. Además tenemos lluvia todo el año y el calor está casi siempre. También pueden tener más actividad diurna porque los días son más largos durante el verano. Estas características hacen que este mosquito, así como otros insectos, pueda tener una sobrevida”.
De la misma forma, remarcó que “a eso hay que sumar la problemática social y educacional para combatir los lugares donde las larvas puedan desarrollarse. Todo lo cultural puede tener mayor peso que una cuestión biológica. De momento, si los casos de dengue vienen cayendo semana a semana no se debe tanto a las acciones del Estado sino por cuestiones climáticas”.
Tejerina recordó además que “en invierno es el mejor momento para prevenir los casos de dengue. Por ello hay que despejar los lugares como chatarrerías y depósitos judiciales que acumulan vehículos confiscados, ya que pueden acumular agua que con el tiempo generarán mosquitos y principalmente el Aedes aegypti”.
Respecto al proceso por el que pasan en temporadas de bajas temperaturas, explicó que “para que una larva pueda desarrollarse a adulto debe acumular unas 100 horas de cierta temperatura cálida y la provincia genera esa posibilidad, a diferencia de otras provincias de más al sur del país. En Misiones, tenemos pocos días fríos porque en general durante el día las temperaturas son cálidas pero sólo en las noches descienden. Entonces en invierno encontramos los mosquitos pero en menor cantidad que en otras estaciones”.
Asimismo, Fabricio Tejerina precisó que “durante la primavera comienzan a darse las condiciones adecuadas para la eclosión de los huevos y empezar a reproducirse. Cuando llega diciembre y enero la cantidad de mosquitos es muy alta y las personas con dengue también, lo cual generan las condiciones para brote”.
La situación nacional
De acuerdo al conocimiento compartido en esta red de “mosquitólogos”, detalló que “en diferentes trabajos presentados se ha visto que el mosquito comienza a encontrarse mucho más al sur del país. En lugares donde antes no estaban ahora están con una población establecida. Eso está relacionado con su adaptación pero también con el cambio climático vivido. El mosquito como todo ser vivo se adapta a la selección natural. Incluso sus huevos se han encontrado en aguas sucias, servidas e incluso en canaletas, según un trabajo en desarrollo por expertos. Es un mosquito que si no encuentra recipientes con agua limpia, utiliza otros espacios sin ningún problema”.
Este biólogo también señaló que “en Argentina, no sólo hay que seguir al Aedes aegypti, sino a varios que transmiten enfermedades. Las arbovirosis que transmiten los mosquitos son varias, aunque se le dan más importancia al dengue, zika y chikungunya. El culex transmite varias enfermedades, también está el que transmite la malaria que por suerte no hay casos en el país, entre otros que generan molestias por sus intensas picaduras. En el monte está el nemba dubus adepte que transmite la fiebre amarilla en los monos y pueden darse casos en las personas”.