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De repente, a las 7.06, la caída del sistema eléctrico dibujó un paisaje inédito para la vida moderna: sin luces ni comunicaciones, sin radio ni televisión ni internet, sin semáforos en calles y avenidas, ni subtes, trenes o aviones.
Las historias personales sumaron anécdotas a partir de los padecimientos incontables de situaciones domésticas, hasta relatos mucho más dramáticos que se vivieron en hospitales o en aquellos hogares con familiares electrodependientes, por ejemplo.
El apagón masivo del cual se cumple un año este martes, puso en pausa la vida cotidiana de millones de argentinos, justo en una fecha tradicionalmente familiar como el Día del Padre que moviliza en particular a los comercios de servicios gastronómico, y que ese día tuvieron pérdidas millonarias.
Si bien no era un día hábil, el Día del Padre es una de las fechas comerciales más importantes del año, en especial para los miles de locales que suelen contar con reserva completa y grandes pedidos desde semanas antes de la fecha, y que ese día debieron limitar sensiblemente.
Por la diversidad de la afectación, se trata de cifras imposibles de calcular, pero sin dudas resultaron millonarias por aquel hecho inédito que obligó a modificar los planes de millones de familias.
Durante las siguientes catorce horas al minuto cero, el país fue volviendo a la normalidad de manera dispar, dejaba avanzar los procesos electorales en cuatro provincias y permitía entrada la noche -aunque ya con luz- los festejos del triunfo de Omar Perotti en Santa Fe, Alberto Rodríguez Saá en San Luis, Gildo Insfrán en Formosa y un final abierto en Tierra del Fuego.
La campaña nacional también tuvo su lugar con declaraciones cruzadas en torno de las causas del apagón, entre el entonces presidente Mauricio Macri y el principal candidato de la oposición, Alberto Fernández.
Hasta ese día, el corte de luz más recordado en el país era el que se había registrado en febrero de 1999, cuando unas 600.000 personas de diez barrios de la ciudad de Buenos Aires se quedaron once días sin luz, a raíz de la salida de servicio de una subestación de la distribuidora Edesur.
No obstante, en el resto del mundo abundan los ejemplos como el de 2017 cuando 15 millones de personas quedaron sin luz en países de Centroamérica; el de julio de 2012 en la India cuando 30 millones de personas sufrieron un corte que se repetiría pocos días después pero alcanzando esta vez a 70 millones; o los que se vieron en 2007 en Colombia, 2009 en Brasil y Paraguay, o el de 2010 en Chile como consecuencia de un terremoto.
Quizás el más conocido y documentado sea el llamado Gran Apagón de Nueva York, sobre el que se han hecho varias películas, que ocurrió el 13 de julio de 1977 y duró casi 24 horas. Nueve millones de personas se vieron afectadas por un incidente desatado por una tormenta eléctrica que afectó la red, y desencadenó graves oleadas de saqueos y atracos.
La Torre 412 y los 30 segundos que llevaron al mayor colapso eléctrico de la Argentina
El apagón tuvo como inicio de la crisis la ya famosa Torre 412, un punto de la línea de 500 kv del corredor eléctrico Litoral, que había salido de servicio dos meses antes y que no fue debidamente reconfigurada en el diseño de la red, para permitir el control inteligente de una eventualidad como la que ocurrió.
En esa línea que cruza el Río Paraná y une las localidades de Colonia Elía (Entre Ríos) y Campana (Buenos Aires), la Torre 412 ya presentaba inconvenientes desde 2015 debido a que el agua erosionaba su base y debía ser reubicada, tareas que se iniciaron el 18 de abril de 2019.
Esa interrupción obligó a realizar un by pass con la línea paralela Colonia Elía-Belgrano y ese nuevo esquema debía ser acompañado por la reconfiguración del sistema de Desconexión Automática de Generación (DGA), que hubiera permitido reducir a un 40% el impacto del incidente del 16 de junio en todo el sistema.
Los informes realizados desde el apagón para determinar responsabilidades que aún no recibieron las sanciones administrativas, coincidieron en que la siguiente fue la secuencia de fallas durante 30 segundos que alcanzaron para dejar dejar a todo el país sin luz.
07:06:24 Se produce la primera falla a raíz de un cortocircuito monofásico en la línea de alta tensión que va de Colonia Elía a Belgrano. Esto genera un desenganche y caída de demanda considerados un evento normal para cualquier sistema, ya que ocurren medio centenar de estos episodios al año.
07:06:25 La segunda falla se registra en la Desconexión Automática de Generación (DAG) por 1.200 Mw, y determina que la señal de alerta de la falla inicial no llega a los generadores y provoca un exceso de generación.
07:06:26 El tercer episodio es la pérdida de sincronismo en las generadoras de Yacyretá y Salto Grande respecto del sistema nacional (SADI), por la falta de puesta en marcha del mecanismo de DAG.
07:06:26 Para aislar, se separa a Yacyretá, Salto Grande, Misiones y Uruguay del Sistema Interconectado, y esto deriva en una pérdida de 3.200 Mw de la generación. Aumenta el desbalance y cae la frecuencia del sistema.
07:06:24-30 Se identifica que las distribuidores no reaccionan automáticamente, y no generan el alivio de carga por subfrecuencia.
07:06:30-36 Se producen desenganches prematuros de la oferta eléctrica (central Nuclear Embalse + centrales térmicas) por esa subfrecuencia.
07:06:30-53 El sistema nacional queda desbalanceado y fuera de rango operativo durante unos 23 segundos, en los cuales parte de los generadores se desconectan por la actuación indebida de sus protecciones.
07:06:54 Se concretan los desenganches de máquinas para protección, y en consecuencia hay cortes totales en el SADI. Esto provoca como resultado el apagón a nivel nacional.
El ENRE retoma el informe final para aplicar sanciones y compensaciones
El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) trabaja el informe final sobre la sucesión de fallas que culminaron con el histórico apagón nacional del 16 de junio pasado, del cual el martes se cumple un año, lo que permitirá determinar las sanciones a las empresas involucradas y la compensación a todos los usuarios afectados.
A las 7.06 del tercer domingo de junio de 2019, en coincidencia con la celebración del Día del Padre, una sucesión de fallas producidas en apenas 30 segundos provocó el mayor blackout de la historia del país.
Su dimensión le valió entre los especialistas el nombre del “Apagón del Siglo”, porque fue tan amplio que trascendió al territorio argentino y se extendió a sectores de Brasil y Uruguay, y porque 50 millones de personas resultaron afectadas, más que la población del país.
Los 868 minutos, poco más de 14 horas, que demandó restablecer por completo el Sistema Argentino de Interconexión (SADI) en todo el territorio, de acuerdo con el informe de Cammesa aún disponible en su página web que detallan las alternativas técnicas del apagón masivo, reflejan la complejidad del suceso.
Al cumplirse un año del episodio que tuvo trascendencia global, las nuevas autoridades del ENRE, encabezadas por el interventor Federico Basualdo Richards, explicaron ante la consulta de Télam que están “abocados junto a la Facultad de Ingeniería de la UBA en el cierre de un informe final con un análisis detallado sobre cómo sucedieron los hechos”.
El informe de la Facultad de Ingeniería permitirá al Ente finalizar el análisis de los descargos realizados por los agentes involucrados en el hecho, ante la formulación de cargos, y las consiguientes sanciones, algo que en principio se aguardaba que ocurriera a las pocas semanas del episodio.
El ENRE durante 2019 desarrolló un conjunto de acciones ante la información obtenida sobre la situación producida en la mañana del 16 de junio, a partir de lo cual formuló cargos a más de 300 agentes distribuidores y grandes usuarios del Mercado Eléctrico por un monto total de $ 105,8 millones.
También formuló cargos a 12 generadores por falla en el arranque en negro y a cinco por la desconexión anticipada; y lo propio con la empresa Transener por las indisponibilidades de su equipamiento registradas durante el mes de junio de 2019, incluída la falla del 16 de junio, por $ 205,2 millones.
El informe final en desarrollo, y retomado a partir de la asunción de las autoridades en marzo, “permitirá iniciar la etapa sancionatoria” de los agentes que estuvieron involucrados en los hechos, y las compensaciones que oportunamente había anunciado el entonces secretario de Energía del gobierno de Cambiemos, Gustavi Lopetegui.
Además, el Ente está realizando “un informe con recomendaciones a la Secretaría de Energía para, entre otros puntos, revisar la normativa sobre las condiciones de los despachos y los procedimientos técnicos, establecer protocolo de verificación periódica de los sistemas de comunicaciones”.
Ese trabajo también contendrá indicaciones para “promover el reemplazo de equipamiento que por su respuesta afecte la seguridad del sistema y la realización de obras de transporte de energía eléctrica, realizar ensayos periódicos en los generadores”.
En este marco, desde el Organismo agregaron que también se “está elaborando un informe para trabajar con las transportistas para que los datos de las protecciones auditadas sean incorporados en las Guías de Referencia, y para requerir a las concesionarias que informen las condiciones y los márgenes de seguridad con que determinan los límites de Transmisión, entre otros”.
Asimismo, sumaron que “están analizando los procedimientos sancionatorios en caso de falla de arranque en negro y desconexión prematura de generadores ante una falla en el sistema”.
Al exponer ante la Comisión de Energía del Senado, Lopetegui afirmó que la transportadora de energía eléctrica Transener fue “un claro responsable primario” del apagón masivo por “un error operativo” vinculado con la salida de servicio de un tramo de una línea de extra alta tensión de 500 KV, un hecho que ocurre unas 60 veces al año y que no debería haber tenido semejante consecuencia.
Transener, ante la salida de servicio de la torre 412 que forma parte de la línea Colonia Elía (Entre Ríos) – Campana (Buenos Aires) para lo cual la empresa construyó un “by pass”, con el cambio de arquitectura de red “tendría que haber reprogramado parámetros de lo que se denomina sistema de Desconexión Automática de Generadores”, lo que se asegura no ocurrió.
Estos cortocircuitos que responden a razones tan variadas como incendio de campos, factores climáticos varios, ramas que hacen contacto con las fases, tiene esquemas de resguardo que no funcionaron, a lo que Lopetegui sumó un “cúmulo” de fallas de parte de los generadores y las distribuidoras que terminaron en el “colapso” del sistema.
Si bien el entonces funcionario macrista aseguró que había “cero posibilidad” de que un hecho similar vuelva a ocurrir en el sistema eléctrico argentino, el informe final que se espera cierre la nueva gestión del ENRE, deberá ratificar esa presunción o en todo caso definir los aspectos técnicos a enmendar para evitar un nuevo blackout nacional.
Fuente: Agencia de Noticias Télam