
Ronald Pedrozo y Marcos Bestard son dos vecinos que viven en Iguazú y que, en medio de la cuarentena, idearon una torre sanitizante, que evita el contacto de las manos con los envases.
La tecnología del dispositivo consiste en accionar el alcohol en gel mediante un pedal ubicado en la parte inferior de la torre, sin necesidad de tocar el envase con las manos.
Ronald tiene 24 años y Marcos 41, y ambos se conocen hace siete años. Marcos trabaja en Paraguay, pero desde que se cerraron las fronteras no pudo regresar a su trabajo, por lo que tuvo que empezar a buscar otras alternativas.
Así fue que un día, navegando en la web, encontró un modelo de una torre higienizante y pensó que sería un buen proyecto construir uno similar.
“Como conozco que “Ronnie” es muy hábil con la herrería y cuenta con las herramientas, le propuse formar parte del emprendimiento”, contó Marcos a PRIMERA EDICIÓN.
Dos semanas después, arrancaron. “Para la parte externa, nos basamos en el modelo de Internet, pero todo lo que tiene que ver con el mecanismo interno, fue nuestra idea”, aclaró “Ronnie”.
Con el modelo planificado, comenzaron a consultar los costos para asegurarse si su proyecto era viable o no.
“Una vez que comparamos entre diversos precios y materiales, compramos todo lo que necesitábamos y arrancamos”, dijo “Ronnie” al tiempo que Marcos señaló que “nos pareció importante buscar materiales duraderos y prácticos”.
Manos a la obra
A las 8 de la mañana arrancaron con el primer modelo que, entre prueba y error, lo terminaron unas doce horas después.
Tantas horas invertidas, dieron como resultado una torre sanitizante más avanzada que la que vieron en Internet: “Logramos hacer que sea adaptable a cualquier envase de alcohol en gel”, contaron orgullosos.
Emprendimiento
Así fue como, el emprendimiento con menos de un mes de antigüedad, ya crece a pasos agigantados.
“Recibimos mucha ayuda de la gente, principalmente en la parte de difusión del producto”.
El primer modelo, lo donaron a la Municipalidad de Iguazú luego de haberse reunido con el intendente de esa localidad quien los felicitó por la iniciativa, y actualmente lo están ofreciendo a distintos locales comerciales de Iguazú y otras localidades.
“Ahora tenemos varios pedidos”, contó “Ronnie” y agregó que “por ejemplo hace poco mandamos diez para Concordia, Entre Ríos y si les gusta nos dijeron que posiblemente nos pidan más”, contó “Ronnie” y agregó que “también lo presentaron en Cataratas”.
Agradeció al ITEC
“Ronnie” agradeció al ITEC porque “mucho de lo que aprendí fue gracias a ellos”. Cabe destacar que el joven está cursando último año de la carrera de Mantenimiento de Edificios y espera recibirse este año.
3.500 pesos
Es el precio mínimo que piden por cada producto en color negro mate. “Si lo quieren en un color particular, también lo podemos hacer, pero pedimos $300 más”.