
Después de haber cumplido poco más de dos meses de cuarentena y cuando Misiones ingresó en la fase 4 del aislamiento obligatorio a causa de la pandemia declarada por el COVID-19, se comenzó a autorizar las celebraciones religiosas en la provincia. Hoy, más de 80 días del aislamiento, las celebraciones religiosas son una luz de esperanza y contención para miles de misioneros.
Atravesar el aislamiento obligatorio hizo que los argentinos modifiquen su hábitos y extremen las medidas de sanidad diarias para poder tener contención espiritual. Las redes sociales sirven de apoyo a sacerdotes y pastores para llegar con la palabra y acompañar a sus feligreses.
Las celebraciones religiosas fueron permitidas bajo un estricto protocolo sanitario, que incluso detalla la responsabilidad de las autoridades religiosas sobre el control, fiscalización, implementación y cumplimiento del mismo.
Así es que la tarea de los “guías espirituales” de cada lugar ahora no sólo es de aconsejar, acompañar y consolar a sus feligreses, sino también controlar que respeten el protocolo, para poder seguir asistiendo a las iglesias y templos.
En el caso de Leandro N. Alem, el sacerdote Carlos Viera, a cargo de la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús, contó a PRIMERA EDICIÓN que “la gente se va recuperando de a poco, se nota y piden mucha contención espiritual, en mi templo pueden entrar hasta 40 personas por la capacidad de metros cuadrados que tiene, y en dos o tres capillas más pueden ingresar entre 10 y 20 para cumplimentar con el distanciamiento social, así estamos dando misas en estos lugares. Incluso hay capillas donde no se puede abrir aún porque no se puede cumplir con el distanciamiento. La gente está volviendo de a poco, en la parroquia central yo entrego número, que pueden retirar durante la semana para que puedan asistir a las misas que quieran, está la de los sábados que oficiamos a las 16.30, los domingos hay dos misas 9.30 y 16.30, porque hay una franja horaria permitida para dar las misas”, contó.
Todo esto siempre manteniendo las estrictas medidas de higiene, la limpieza de los zapatos en la alfombra con lavandina colocada en la puerta, el alcohol en gel que también está en la entrada, y por supuesto los barbijos, contó el sacerdote.
Además, explicó que ante la necesidad de normalizar y contener a los fieles “hablé con el intendente y le pedí autorización para abrir la parroquia y dar una misa todos los días a las 7, esta es una tradición de Alem, en este horario viene la gente antes de irse a trabajar, siempre son muy pocos, y vienen con sus barbijos. Después sacamos el Santísimo, y lo dejamos en el altar hasta las 11 de la mañana, siempre queda un vicario para escuchar confesiones”, dijo.
Viera contó que percibe que “la gente tiene un poco de miedo y los que más necesitan apoyo son los ancianos, porque la edad permitida para asistir es hasta los 65, y los mayores me llaman y me dicen que quieren venir a la misa, muchos están atravesando momentos difíciles porque no pueden ver a sus nietos, se sienten solos, están depresivos, y también los niños, muchos me preguntan cuándo podrán volver a catequesis, porque es su actividad”, por eso afirmó, que está siempre atento y la iglesia está abierta en los horarios permitidos para dar contención.
Además, el padre Carlos es el encargado de la cocina centralizada que reparte en los barrios la comida diariamente desde que comenzó el aislamiento.
Adaptarse a la tecnología
Una de las herramientas más utilizadas en este tiempo es la tecnología. Y los sacerdotes debieron buscar la forma de llegar a sus fieles y dar contención en momentos tan difíciles. El padre Andrés Del Campo, párroco de la Iglesia San Miguel y a cargo de la obra Salesiana, contó que unificaron trabajos en la parroquia San Miguel de Posadas y en la de San José, donde está el colegio Gentilini, para llegar a los feligreses.
“Los sacerdotes fueron ingeniándose para ver cómo, pastoralmente, estar cerca de los que los necesitan, la creatividad de los sacerdotes se hizo grande, las redes sociales ayudaron mucho, también la transmisión por las radios, Instagram, Facebook, Zoom, algunos debieron ir aprendiendo en el camino. El padre Raúl, a cargo de la parroquia de San José, armó todo el programa ritual de la misa, para la radio y para que se puede ir pasando”, contó.
Explicó que tanto en la parroquia San Miguel como en la de San José, las misas son diarias “a las 16, en San Miguel, por metros cuadrados ingresan más personas y así se respeta el protocolo de distanciamiento, y los domingos hay misas a las 9 a las 12 y las 16, porque son los días de más concurrencia, en San José sólo a las 16, ahí armamos todo en el salón parroquial para que haya más espacio y se respete el distanciamiento”, contó.
Del Campo indicó que desde que comenzó el aislamiento “se buscó la forma de estar cerca, pero además la misma gente se comunicaba con nosotros para saber cómo se iba a hacer para continuar con las misas, y esto hizo que debamos ser creativos. Las personas mayores a los que aún no se les permite asistir, siguen utilizando los medios como la radio y las redes sociales”.

Los templos en Eldorado
En la Capital del Trabajo aún no abren todos los templos, algunos lo hicieron hace algunas semanas, básicamente porque esperaban aclarar algunos puntos del protocolo de la provincia que la comuna tomó como base.
Asimismo, El Centro Familiar Cristiano preparó su espacio y cumpliendo con el protocolo de sanidad preparó 230 lugares para recibir a los fieles una vez que se permitió, con un permiso especial del municipio. Y realizan hasta tres servicios en los días permitidos.
El Consejo de Pastores de la ciudad y cada uno de los pastores, buscó la forma de estar cerca en este difícil momento por el que atraviesa el país. También hicieron uso de las redes sociales, las radios, las transmisiones en vivo para llegar con la oración, la contención.
En cada uno de los templos se respeta el protocolo, asisten con barbijo, higiene de manos antes de ingresar y, adentro, el distanciamiento de dos metros entre cada silla. Esta semana abrieron unos 30 templos.

Canal local y redes en Apóstoles
En una situación particular en medio de la pandemia, los feligreses de la Iglesia San Pedro y San Pablo debieron adaptarse a las nuevas modalidades y requisitos como los turnos previos para concurrir a las misas en la iglesia “poco a poco fueron comprendiendo, sobre todo las personas mayores de 65 años que querían hacerlo, entonces hacemos una visita nosotros para asistirlos espiritualmente”, contó el sacerdote Juan Ruiz Díaz.
Explicó que “fue aceptado el protocolo, pero bueno algunos no les gustó mucho por el tema de anotarse o las personas mayores, pero entendieron la situación y los que no pueden nos siguen por las redes sociales o por el canal de cable local”, dijo.
También contó que “se anotaron por turnos, tenemos una capacidad para 100 lugares y no se llegó a ocupar porque tenemos un promedio de 70 fieles por día, porque respetan la cuarentena y comprenden la situación de no aglomerarse”, afirmó.
En cuanto a lo espiritual señaló: “pedían mucho la parte espiritual porque muchos viven una situación de encierro y entonces en este último tiempo comenzamos de nuevo con las confesiones mediante turnos o las personas grandes vamos a visitarlos para las confesiones, acercarle la parte espiritual porque estaban acostumbrados a salir”, dijo.
Las redes sociales siguen siendo fundamentales y utilizan tanto Facebook como WhatsApp para atender los pedidos de oración.
En Oberá no abrieron todas las Iglesias
La ciudad de Oberá tiene más de 140 iglesias y anexos. Sin embargo, con la autorización de apertura para cultos, no todas decidieron abrir. Claudia López, Jefa del Departamento de Cultos, Municipal señaló que cada una está al tanto de las medidas y cada una decide qué hacer. “Se va dando una apertura en forma progresiva. Primero viendo experiencia de otros. Algunos estaban con ansias de comenzar otros no, por el temor a la pandemia. Se les entregó a todos el protocolo aprobado por Nación, adecuado por provincia y también por la localidad. Incluimos anexos como el listado de personas que ingresan. La planilla queda en la iglesia, se les va a pedir únicamente en caso de que haya un caso positivo de alguna persona que haya acudido y será solo del día que lo hizo. También, agregamos la cantidad de personas que pueden ingresar de acuerdo al espacio, con un máximo de cuarenta, para evitar la circulación y movimiento de personas en un mismo espacio”, explicó.
Según expresiones de la funcionaria, “cada iglesia es un mundo y cada una busca la mejor forma de atender a sus feligreses. Mucha gente que se había alejado de las iglesias, sintió la necesidad de volver en este tiempo.
Recorrimos con las diferentes iglesias los barrios, viendo la necesidad, notamos la necesidad espiritual, de sentir la presencia de Dios y la protección. Son los que estaban esperando la apertura de los templos para poder asistir”, comentó López.
Ariel Manavella, por su parte, Párroco de la Catedral San Antonio, reconoció que poca gente asistió hasta el momento a las celebraciones eucarísticas.
“En los dos fines de semana pasados ha habido poca gente, considerando lo que es la participación en Catedral, los mayores y niños no participan y, tanto en la Catedral como en las capillas se ha celebrado cumpliendo las disposiciones establecidas por el protocolo provincial. Es una enorme alegría poder tener abiertas las Iglesias y la gente que viene lo hace con mucha prudencia y cuidando los espacios y las normas de seguridad e higiene,” expresó.
La comunidad de San Vicente se adaptó

Entre los comentarios más comunes escuchados mientras se realizó estas entrevistas con sacerdotes y pastores, es el problema de conectividad en el interior de la provincia.
“Es una deuda que se tiene, porque podés tener señal para una llamada o para mandar un audio, pero ya no para utilizar las redes sociales, ver en vivo alguna transmisión, eso se vio muchos en estos tiempos donde el teléfono es el elemento tecnológico más usado”, indicó un sacerdote.
En San Vicente, también el uso de la tecnología fue de ayuda para los pastores y sacerdotes. El Padre Julián Duarte, párroco de la Parroquia San Vicente de Paul contó a PRIMERA EDICIÓN que “la cuarentena nos ha privado de las celebraciones públicas y desde el inicio comenzamos a hacer las celebraciones en forma privada y mandábamos audio a nuestros contactos. Teníamos 525 contactos y a su vez estos contactos enviaban a los grupos y amistades. Así que no sólo oficiábamos la misa para nuestra comunidad, sino que también llegaban las celebraciones por audio a distintos puntos de la provincia y también a otras comunidades de otras provincias”, contó.
Indicó también que “primero los feligreses aceptaron las medidas sanitarias impuestas por la cuarentena, el aislamiento. Se fueron adaptando y la reacción fue la de buscar el acompañamiento por medio de los teléfonos y redes sociales.
En cuanto a la guía espiritual lo hicimos mucho por audio de WhatsApp, videollamadas, mandábamos cada día la meditación diaria y si en caso de algún enfermo que necesitaba nuestra presencia, lo que hacíamos con los otros sacerdotes de la comunidad, es ir hasta la casa tomando todas las precauciones, a charlar y a llevarle la palabra de Dios”, indicó.
Duarte indicó que “la sensación que se ha dado en este tiempo es de tanta incertidumbre sobre qué va a pasar y tantas inseguridades de lo que viene. Nadie estaba preparado para que esto ocurriera. Una sensación de temor de mucho miedo en la gente que llevó a muchos a un estado de angustia. Por eso, a las colonias iban el Padre Jorge y el Padre Pascual con las camionetas con parlantes, no a celebrar. Pasaban por las capillas y por las casas de los feligreses con la imagen del Sagrado Corazón”, contó.
Explicó que todas las parroquias y capillas del municipio acatan el protocolo de seguridad e higiene para poder participar de las celebraciones.
Asamblea de Dios espera la habilitación para todos
En el caso de la Iglesia Evangélica Asamblea de Dios de San Vicente, el pastor Ernesto Do Santos, explicó que “todavía no retomamos las celebraciones en el Templo, estamos esperando para que se flexibilice a las personas mayores, a los jóvenes y niños. Seguimos haciendo las celebraciones en forma virtual con la participación de todos los hermanos sin distinción de edades”.
“Durante esta cuarentena tuvimos que buscar la manera de estar al lado de los hermanos de la congregación. Utilizamos las redes sociales, con celebraciones y reuniones por las distintas plataformas virtuales. Muchos tuvieron que aprender a usar los celulares e Internet. Para muchos hermanos mayores fue una experiencia nueva acceder a este tipo de comunicaciones, pero se adaptaron”, contó.
Indicó además que “la comunidad entendió bien la aplicación de la cuarentena y aceptó el acompañamiento nuestro desde los medios de comunicación que les propusimos. No se dejó de atender la parte espiritual en ningún momento. En algunos casos muy especiales se visitó a los hermanos que estaban enfermos, pero siempre respetando el protocolo”, aclaró.