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La terminal de ómnibus de esta ciudad, como las de toda la provincia, sigue sin actividades hace tres meses, desde que se decretó el aislamiento obligatorio por la pandemia de COVID-19. Cabe recordar que hacía pocos meses se había inaugurado, cuando comenzó la cuarentena en el país.
Germán Tiemesmann, el concesionario de la terminal, contó a PRIMERA EDICIÓN que intentan mantener todo “como si se estuviera trabajando normalmente, nos pusimos el objetivo de no dejarla caer”.
También explicó que hay comercios que debieron cerrar por la misma situación, que ya no pueden trabajar y mantener el negocio: “hay cuatro emprendimientos que dejaron de existir, los locales de venta de ropa y accesorios se fueron”, reveló.
Ejemplificó el impacto de la cuarentena en que “teníamos unos 200 toques de andén diarios aproximadamente. Cuando todo vuelva a la normalidad no serán los mismos, el servicio de larga distancia estará restringido, sabemos que en Buenos Aires hay un pico de coronavirus, las fronteras en muchas provincias están cerradas”.
“Esto hace que la posibilidad de que se piense en la apertura nuevamente de la circulación del transporte de media y larga distancia no se active por el momento”, se lamentó el empresario Tiemesmann.
Por el duro presente que les toca “solicitamos una reunión con el Ejecutivo municipal y también con el Deliberativo para empezar a abordar esta temática, que tiene que ver con el futuro de la terminal que se dará en un tiempo prudencial, no sabemos hasta cuándo va a suceder esta situación” de suspensión de actividades.
Implementando obras
Germán Tiemesmann contó que a pesar de la crisis actual, “seguimos con un régimen de inversión al cual nos habíamos comprometido. Completamos la colocación de los cestos de residuos separados, porque la terminal tendrá un sistema de clasificación y separación de los mismos, colocamos la cartelería. También pusimos más bancos y realizamos una distribución equitativa de los mismos, para utilizar mejor los espacios y que haya más lugares para sentarse mientras se espera, lo que también beneficiará a los locales que están dentro del predio”.
Transporte público
El concesionario de la terminal eldoradense, que también es parte del directorio de la empresa que maneja el transporte público urbano, contó que “la actividad bajó mucho. Los primeros días de aislamiento había muy poca gente, la recaudación cayó a un 5% frente a una época normal”.
“Hoy por hoy dando cumplimiento al protocolo contra el COVID-19, sólo viajan pasajeros sentados, en la primera fila no puede ir nadie, por precaución, estamos trabajando con un 80% de la flota y no transportamos ni la mitad de los usuarios que llevábamos antes”, aseguró Tiemesmann.
Indicó además que tenían más de 30 choferes sin trabajar, aunque estos últimos días hubo más movimiento con la habilitación de algunas actividades, por lo cual decidieron llevar unidades tanto al kilómetro 6 como al 9, que son “paradas de mucha concurrencia”.
“Entonces cuando se completa un micro, el otro ya sale hacia esa parada para buscar la gente que queda, así respetamos el protocolo y la gente no tiene que esperar tanto, también se evita aglomeraciones en las paradas”, dijo.