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Tal como lo publicó PRIMERA EDICIÓN, fueron momentos difíciles para la familia de un niño de 4 años con epilepsia refractaria cuando debieron cancelar el viaje para un tratamiento en Buenos Aires tras recibir resultados dudosos del hisopado de COVID-19.
El pedido de las muestras fue realizado por el centro de salud al cual se dirigían, el Hospital Italiano, ya que por protocolo necesitan pruebas negativas para coronavirus de cada paciente.
Tanto el paciente pediátrico como su padre, quien lo acompañaría en su viaje, fueron detectados con el gen E, por lo cual todo traslado debió cancelarse.
Fue la semana pasada cuando finalmente Lautaro y su padre, ambos ya con análisis negativos para el gen E, pudieron iniciar los trámites necesarios para seguir con la interconsulta con el centro de salud porteño.
Fue así que logró pautarse el traslado que se realizó ayer al mediodía con un avión sanitario. Se trata del primer viaje de esta característica que se realiza desde el Aeroclub Oberá, en medio de la pandemia, con todos los protocolos de seguridad y acompañamiento de Bomberos Voluntarios y Salud pública, según lo detallado en el portal de noticias Meridiano55.
Para resolver el cuadro epiléptico del niño, era necesario ser evaluado por el equipo médico del Hospital Italiano, ya que entre las posibilidades de tratamiento se encontraba una posible cirugía, de acuerdo a lo compartido en su momento a PRIMERA EDICIÓN por el director del SAMIC de Oberá, Héctor González.
A esto hay que agregar que la familia de Lautaro luchó durante meses para que su obra social garantice el tratamiento y el traslado hasta Buenos Aires.