
Las autoridades han ordenado el cierre parcial de la vida pública para 360.000 personas durante una semana en el distrito de la ciudad de Gütersloh, en el que se han registrado 1.553 casos confirmados covid-19 en torno a la planta cárnica. Se trata del primer confinamiento tras la relajación de las restricciones en el país.
En una rueda de prensa, el jefe del Gobierno regional, Armin Laschet, ha anunciado una medida que en principio calificó de innecesaria si solo se tiene en cuenta “el punto de vista de las cifras” porque, más allá del rebrote en la empresa cárnica Tönnies, el número de contagiados en el distrito afectado es de 24.
“Eso nos permitiría decir que el foco está localizado, pero vamos a dar un paso más y ordenar el cierre de la vida pública para el distrito de Gütersloh“, con el objetivo de “calmar” y “clarificar” la situación general. Cientos de policias garantizarán el cumplimiento de las restricciones.
Realización de tests masivos
La idea gubernamental es poder determinar en esta semana hasta qué punto se puede haber extendido el coronavirus entre la población con la realización de test masivos. Buena parte de los trabajadores afectados proceden de Rumanía y Bulgaria, a los que Laschet garantizó una “atención cuidadosa“, atendiendo a las dificultades que supone su situación de cuarentena alejados de sus familias.
En este sentido, los agentes de policía proporcionarán ayuda humanitaria a los ciudadanos afectados por el confinamiento y se enviarán intérpretes polacos, rumanos y búlgaros a la zona, ya que la mayoría proceden de países del Este.
El jefe del Gobierno regional agregó que se trata del primer distrito afectado por la reintroducción de medidas restrictivas desde que estás comenzaran a levantase gradualmente en Alemania a lo largo del mes de mayo, lo que supone un regreso a la situación de varias semanas atrás. Dijo ser consciente de la “enorme carga” que supone para la población la reintroducción de restricciones.
“Sabemos que en el distrito el número de contagios no ha aumentado y aún así exigimos de la gente que acepte el cierre de la vida pública”, dijo, y aseguró que se trata de una “medida temporal” y “profiláctica” que estará vigente una semana y podrá levantarse si la situación lo permite. No obstante, advirtió, las medidas restrictivas también podrán prolongarse si se considera necesario.