El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este miércoles que las recomendaciones de las autoridades sanitarias de su país para reabrir las escuelas son “muy duras y caras” y amenazó con recortar fondos a los colegios que no abran en septiembre, al inicio del ciclo lectivo.
El tuit de Trump llegó luego que exigiera este martes la reapertura de las escuelas de todo el país en septiembre y dijera que iba a presionar a los gobernadores para lograrlo, pese a que el país sufre el mayor repunte de casos de coronavirus en dos meses y está a punto de superar los 3 millones de positivos para coronavirus.
“Vamos a presionar mucho a los gobernadores y a todos los demás para que abran las escuelas”, dijo Trump, que ha estado ansioso por reabrir Estados Unidos para impulsar la economía y salir de la pandemia, a pesar de su resurgimiento.
El presidente también afirmó que Estados Unidos “no está cerrando” y “nunca cerrará”, incluso cuando los datos de coronavirus más recientes de la Universidad Johns Hopkins muestran que al menos 32 estados informan tasas más altas de casos nuevos esta semana en comparación a la semana pasada.
A pesar del aumento, el Gobierno de Trump usó varios eventos en la Casa Blanca el martes para promover un plan que tiene como objetivo instar con fuerza a un regreso de las escuelas. A los eventos asistieron una variedad de partes interesadas, incluidos los administradores de educación primaria, secundaria y superior, profesores, estudiantes, padres y líderes de salud y de educación de nivel estatal.
Depende de los gobernadores
La reapertura de las escuelas se ha convertido en uno de los temas más difíciles y sensibles en momentos en que el país busca instaurar una sensación de normalidad en el marco de la pandemia. Algunas escuelas han hecho múltiples planes para mantenerse flexibles solo unas pocas semanas antes del comienzo del año académico 2020-2021.
El presidente reconoció que la responsabilidad de cumplir con las sugerencias del Gobierno para reabrir las instituciones académicas recae principalmente en los gobernadores.
“Eso dependerá en gran medida de los gobernadores”, dijo. “Pero también están en una consulta muy fuerte con nosotros”, agregó.
Trump específicamente se concentró en la Universidad de Harvard en el evento, diciendo que los líderes de la institución deberían “avergonzarse de sí mismos” por su plan de llevar hasta al 40% de los estudiantes de pregrado al campus nuevamente para el semestre de otoño, pero impartir los cursos en línea.
En una llamada con los gobernadores el martes por la mañana, el vicepresidente Mike Pence y la secretaria de Educación, Betsy DeVos, también presionaron por la reapertura de las escuelas, vinculando el regreso de los estadounidenses al aula con la salud de la economía estadounidense.
El año escolar se acerca rápidamente: en algunos lugares comienza ya en agosto. Poder reabrir las escuelas de manera segura no solo ayudaría a reanudar un entorno educativo normal, sino que aliviaría a los padres de las obligaciones que conlleva tener a los hijos en casa y liberaría a más adultos para que regresen a los trabajos previos a la pandemia. Pero los expertos continúan luchando con las formas de hacerlo de manera segura, especialmente en un momento en que el virus está alcanzando niveles récord en algunas partes del país.
El impulso del Gobierno de Trump para reabrir las escuelas es particularmente notable ya que el gobierno federal ha dejado en gran medida las decisiones de reapertura en manos de los gobiernos estatales y locales.
Fuente: Agencia de Noticias Télam y medios digitales