Esto fue ratificado este miércoles por el propio Ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens, quien advirtió que el retorno a los entrenamientos “dependerá de la evolución de la pandemia de coronavirus“, y desvirtuó así los dichos del secretario ejecutivo de AFA, Nicolás Russo, quien dos días atrás había aventurado que las prácticas podrían “empezar entre el 5 y 10 de agosto, salvo que ocurra una catástrofe” y estimó que la competencia se podía reaunudar “en septiembre”.
“Esta pandemia que nos tiene a mal traer nos obliga a cambiar protocolos, por lo que recurrimos a algunos que son más caros, es cierto, pero también mucho más confiables“, advirtió a la prensa al término de la reunión el titular de ese Consejo Médico de AFA, Donato Villani.
“Hoy terminamos de armar un protocolo para todo el fútbol argentino, que incluye el femenino y los de playa y sala. Será muy simple de hacer, no algo impracticable, y aplicable independientemente de la categoría o el género”, puntualizó.
“Tucho” Villani explicó que este protocolo se apoyará “en tres patas importantes: higiene, movimiento interpersonal y entrenamientos con grupos integrados por no más de seis personas, que no se podrán intercalar ni con el cuerpo técnico”.
“Este procedimiento llegará a todo el fútbol argentino y la idea es tercerizarlo con quien corresponda. Por eso en el caso de los equipos del ascenso ya se está pensando en un traslado puerta a puerta de los futbolistas. Está todo contemplado para garantizar la seguridad sanitaria de todos los actores del fútbol”, explicó.
“Claro que todo esto tiene que ver sustancialmente con que al cabo de la reunión de hoy quedó establecido que el apoyo dirigencial para llevar adelante todo esto es total”, remarcó.
El también histórico médico de Lanús insistió con que el “protocolo es muy accesible, fundamentalmente porque se tuvieron en consideración las cuestiones de infraestructura. Por eso cuando se refirió lo del traslado puerta a puerta, se pensó inmediatamente en contar con combis especialmente adaptadas para que pasen a buscar a los jugadores a sus domicilios, siempre respetando la distancia social y manteniendo el tema infectológico del transporte”.
“Y una vez llegados los grupos a los campos de entrenamientos, no tienen que tocarse entre sí. Si un club tiene cuatro canchas a disposición para practicar, eso es muy factible de llevar a cabo. Y después, con que se higienice todo con agua y lavandina alcanza y sobra”, apuntó.
“Es que resulta muy difícil que un jugador se contagie jugando al fútbol. Aunque sí puede pasar que el virus lo traiga de afuera y lo meta en el campo de juego”, advirtió Villani, quien finalmente aclaró que el “único” dato del que carece es el de “la fecha en que se volverá a los entrenamientos”.
Sin embargo, todos estos elementos que constituyen ese protocolo tienen algunos obstáculos que en el camino hacia su aplicación pueden complicar a muchos clubes, sobre todos los del ascenso, y cuanto más baja la categoría, mucho más.
Los tres puntos que podrían chocar contra la factibilidad de su aplicación pasan por los costos (el valor mensual de realización de los testeos a un plantel completo es de aproximadamente 6.000 dólares), la infraestructura (no todos los clubes tienen cuatro canchas de entrenamientos disponibles y en condiciones) y la practicidad de los traslados “puerta a puerta”.
Y todo esto sin contar con que la vuelta a las competencias será a puertas cerradas y por ende los clubes tendrán los consiguientes gastos por la apertura de sus estadios sin ingreso alguno por venta de entradas, algo esencial para la supervivencia en los del ascenso que no disfrutan de importantes ingresos televisivos.
La todavía virgen Liga Profesional de Fútbol (LPF) y hasta la Primera Nacional podrán tener seguramente libre acceso a la implementación de este protocolo, pero de allí para abajo, ya las Primera B, C y D, así como el Federal A y el Regional Federal Amateur, por cuestiones estructurales, la van a tener mucho más complicada.
Los principales puntos del protocolo de entrenamientos:
Higiene y distanciamiento en los entrenamientos
• Mantenerse informado de las directrices de las autoridades nacionales. Estas incluyen las recomendaciones en materia de salud pública y las directrices para controlar y prevenir la propagación del virus.
• Respetar la distancia entre personas: al menos 1,5 metro.
• No más de 6 jugadores por sesión de entrenamiento en la misma cancha.
• Evitar las concentraciones durante la primera y segunda etapas del regreso a los entrenamientos.
• Los jugadores son los únicos exceptuados de utilizar barbijos o tapabocas. Todo el resto de los presentes en la sesión de entrenamientos (cuerpos técnicos, cuerpos médicos, utileros, asistentes, dirigentes), deberán obligatoriamente utilizar barbijos o tapabocas todo el tiempo.
• No se permite la mezcla de equipos de trabajo. Ya sean parte del cuerpo técnico o del cuerpo médico o jugadores. Si una determinada cantidad de oficiales se entrena con un grupo de 6 jugadores, no podrá hacerlo luego con un grupo diferente.
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• No es conveniente que en el mismo turno se entrenen jugadores de la misma posición.
• Instar a mantener una buena higiene.
• No se aconseja ofrecer refrigerios a los jugadores y cuerpos técnicos involucrados en las prácticas.
• Lavarse bien las manos; usar desinfectante de manos.
• Evitar tocarse los ojos, la boca y la nariz.
• Toser o estornudar en un pañuelo o en el hueco del codo, cubriendo la boca y la nariz.
• Tirar los pañuelos en un contenedor sellado.
• Desinfectar el equipamiento deportivo regularmente, así como las zonas por donde más personas circulen.
• Evitar compartir el equipamiento deportivo como, por ejemplo, las botellas de agua.
• Es recomendable que cada uno de los jugadores concurra a los entrenamientos provisto de su propia hidratación.
• Contar con estrategias para limitar el contacto/interacción. Por ejemplo, en un edificio, establecer caminos de dirección única y mantener las puertas abiertas.
• Queda prohibido darse la mano, chocar los cinco y cualquier otro contacto físico.
• Prohibir la salivación, en cualquier lugar y forma.
• Prohibir compartir cualquier tipo de infusión, especialmente el mate.
• Dormir y comer de forma adecuada.
Realizar tests y seguimiento cuando sea necesario
• Hacer un seguimiento de cerca de los participantes para advertir síntomas típicos de la gripe, aislar a los afectados y contactar inmediatamente con el médico en caso de detectar afecciones respiratorias.
• Implementar las medidas de protección recomendadas, incluidos chequeos médicos diarios (desde la exploración para detectar síntomas respiratorios, fiebre, hasta la prueba de laboratorio de la COVID-19).
• Realizar pruebas específicas del sistema respiratorio, cardiaco y músculo-esquelético, según indicaciones de los profesionales sanitarios, en función de la disponibilidad, la exposición al virus, la capacidad económica y el nivel de la competición.
• Realizar tests a los participantes del fútbol según la disponibilidad y fiabilidad de los tests. Es importante que las pruebas sean públicas (que no se obtengan y utilicen privando de ellas a la sanidad pública nacional y local). Las pruebas solo se utilizarán previa validación científica según la disponibilidad local y atendiendo a las indicaciones de las autoridades sanitarias, junto con la correcta formación y comprensión del funcionamiento de los tests y el significado de los resultados. Estas pruebas serán de uso corriente tanto PCR como de anticuerpos. Serán realizadas por personal independiente de la entidad dónde se tomen las pruebas, competente, y previamente capacitado.
• Una propuesta correcta de procedimiento de testeo de la COVID-19 sería la siguiente: Realizar el test de COVID-19 a todos los futbolistas que regresen al fútbol profesional, y a aquellos con quienes hayan tenido cualquier tipo de contacto, para proteger y reforzar la confianza y la salud mental, ya sea dentro del equipo como en torno a él.
1. El primer test se realizará 72 horas antes de reanudar la actividad futbolística para evitar los falsos negativos (personas asintomáticas portadoras del virus).
2. El segundo test se realizará antes de la primera sesión de entrenamiento, y luego semanalmente.
3. Después se harán pruebas a los participantes del fútbol, ya sea en casa o en los lugares indicados en los clubes por los médicos, siguiendo las pautas de higiene y las medidas de protección recomendadas. Existe la opción de realizar pruebas sin bajar del propio vehículo.
4. Aquellos participantes en el fútbol que den positivo en la prueba no podrán realizar ninguna actividad futbolística y deberán seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias del país. Además, será evaluado el círculo familiar donde el jugador desarrolle su vida privada.
5. Solo quienes den negativo en el test podrán participar en las actividades futbolísticas.
Precauciones en desplazamientos y las instalaciones (incluidas estancias en hoteles y en casa)
• Desinfectar los medios de transporte utilizados para acudir a partidos o entrenamientos. En el caso que los integrantes de las prácticas deportivas no cuenten con movilidad propia, es conveniente que la entidad deportiva involucrada implemente un sistema de traslado puerta a puerta previamente contratado. En todos los casos se recomienda que aquellos que tengan vehículo no trasladen a más de dos personas por vehículo, respetando las distancias personales establecidas por los organismos sanitarios nacionales.
• Desinfectar el lugar de alojamiento, los sitios donde se preparen las comidas y los canales de distribución.
• Trabajar con el personal mínimo para reducir el riesgo de contagio. Disminuir lo máximo posible a los integrantes de los cuerpos técnicos y todos aquellos que no entrenen deben tener el tapaboca obligatorio.
• Aplicar y mantener las medidas de distanciamiento físico.
Evaluación de riesgos durante los entrenamientos.
Se requiere que los clubes de fútbol argentinos realicen una precisa evaluación de riesgos que determine si es seguro proceder con la actividad. A la hora de evaluar el riesgo, es necesario tener en cuenta los siguientes factores clave:
• La normativa nacional y específica para el deporte.
• Las pruebas del contagio de COVID-19 entre la sociedad, a nivel local y nacional.
• Los requisitos de desplazamiento desde las zonas donde exista contagio de COVID-19.
• La cantidad de jugadores y oficiales involucrados.
• La infraestructura médica y sanitaria disponible en los lugares donde vayan a producirse los entrenamientos.
• Las restricciones en los desplazamientos y consejos respecto a los lugares a donde vayan a trasladarse los participantes.