
El caso positivo para COVID-19 número 39 de Misiones, se convirtió en el primer paciente de la provincia en recibir plasma de convalecientes como tratamiento contra el nuevo coronavirus. Se trata del hombre de 59 años, oriundo de Puerto Esperanza, que estuvo internado durante doce días en el SAMIC de Iguazú.
Según recordó ayer la directora de ese hospital, Raquel Matcoski, a PRIMERA EDICIÓN el paciente ingresó al SAMIC en un estado de riesgo moderado y un abanico de comorbilidades: no sólo tiene Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y hemofilia sino que los médicos se encontraron con un isquemia cerebelosa consecuencia de un Accidente Cerebro Vascular (ACV) que había sufrido pocas horas antes de ingresar al hospital.
“Creemos que fue todo el mismo día que vino y se diagnosticó con COVID-19, pero no sabemos con certeza, porque no estaba en Iguazú con su hija sino solo, si ese ACV lo tuvo dos o tres días antes o el mismo día que acudió al hospital”, señaló la médica.
“El pronóstico era malo”
El paciente estaba con un cuadro respiratorio moderado pero muy intenso por lo que, desde un primer momento requirió de asistencia de oxígeno (mascarilla) pero no llegó a necesitar respirador mecánico.
“Las tomografías mostraban malos resultados y se le hizo estudios complementarios y todos salían muy elevados, reflejando signos de inflamación que se utilizan para ver el pronóstico del paciente según cómo evoluciona la enfermedad. Y todos los laboratorios nos mostraban un mal pronóstico”, señaló Matcoski.
Por eso, al tercer día de terapia y ante los indicadores de laboratorios, el equipo médico tratante, coordinado por el Edgar Saldaña; junto a la directora y el gerente asistencial del SAMIC de Iguazú, Raquel Matcoski y Mauricio Reartes, consideraron el plasma de convalecientes como una herramienta importante para sumar al tratamiento de este paciente.
Tras la consulta y coordinación con el Ministerio de Salud Pública provincial, se le aplicó el plasma de paciente convaleciente al hombre de 59 años, cuyo organismo respondió satisfactoriamente.
De hecho, pese a que Matcoski aseveró que “no podemos llegar a ninguna conclusión de validez científica en base a la respuesta de un solo paciente, pero sí podemos decir que la respuesta de este paciente al plasma fue muy buena y pocos días después negativizó la muestra y fue dado de alta”.
Rápida mejora en 24 horas
Precisó que a las 24 horas de haber recibido el plasma, el paciente ya evidenciaba mejorías “recibió el tratamiento sin señales de rechazo o alergias, y vimos muy buena evolución. Antes del tratamiento estaba con una saturación de oxígeno que iba de 85, 88, 90… y un día después mejoró su capacidad respiratoria, se lo auscultaba y se sentía otro pulmón. A los dos días su saturación de oxígeno empezó a aumentar, primero 92, luego pasó a 95 y se terminó yendo de alta con 97 y sin aporte de oxígeno, siendo que es un paciente EPOC, es decir con problemas respiratorios de base”.
Para la médica “por supuesto que no podemos decir que fue el plasma, pero estamos muy contentos con la respuesta del paciente. Por lo menos necesitamos tratar a 20 pacientes con plasma con resultados similares para poder atribuir las mejorías al plasma de convalecientes ”.
El momento del alta
Incluso negativizó la muestra en pocos días y fue dado de alta. Según el parte epidemiológico, el paciente fue dado de alta el 5 de julio, 12 días después de su diagnóstico positivo de COVID-19, que fue notificado el 24 de junio.
Matcoski recordó que “a los cuatro días de recibir el plasma ya estaba en condiciones de ser dado de alta respiratoria y ya estaba negativo, pero permaneció internado unos días más por el ACV e incluso se le hizo otros estudios, como resonancia magnética, ecocardiograma y ecodopler de los vasos y arterias para controlar su cuadro cardiovascular”.
Según el protocolo
Según señaló la directora del SAMIC, en este caso, el paciente reunía el perfil que indica el protocolo para el tratamiento con plasma (cuadro moderado o grave, con comorbilidades o adultos mayores que no mejoran).
“Vimos como algo muy importante poder utilizar esta herramienta alternativa de tratamiento y que el Banco de Sangre de Misiones cuente con plasma de convalecientes, por ello, en consenso entre el equipo médico de Iguazú y el Ministerio de Salud Pública se tomó la decisión de tratar al paciente con plasma, con su consentimiento y el de su familia”, indicó.
Tras esta experiencia, el equipo médico del SAMIC de Iguazú ponderó el acceso al plasma de convalecientes en Misiones y la posibilidad de contar con éste como herramienta terapéutica para los pacientes con cuadros graves o moderados.
“El primer donante ya donó dos veces”
El director del Banco de Sangre de Misiones, Joaquín Suárez Romanazzi, confirmó ayer a PRIMERA EDICIÓN que, hasta el momento, se recolectó plasma de dos donantes de la provincia. No obstante, según precisó, “el primer donante ya donó dos veces”.
Vale recordar que cada extracción permite obtener 600 mililitros de plasma, lo que equivale a tres dosis. Generalmente, los pacientes requieren una o dos dosis. En el caso del paciente de Puerto Esperanza, sólo recibió una dosis.
Según explicó el profesional, la cantidad de donantes es pequeña porque Misiones sólo tuvo hasta el momento 41 casos confirmados de COVID-19 y no todos estos pacientes, una vez recuperados de la enfermedad, son candidatos a donar plasma con anticuerpos.
Hoy se cumple un mes desde que Misiones comenzó a colectar plasma de convalecientes del COVID-19. Este plasma está siendo usado en proyectos de investigación clínica para pacientes que cursan la enfermedad.
En Coordinación con la Dirección de Sangre y Medicina Transfusional del Ministerio de Salud de la Nación se establecieron los protocolos para la colecta y para el uso en investigación o uso extendido.
El plasma de convalecientes contiene anticuerpos que producen las personas que están en contacto con el virus, los anticuerpos son un tipo especial de proteínas que produce el cuerpo para defenderse.
La utilidad de administrar plasma de convalecientes a pacientes enfermos es la posibilidad de aportarle defensas que el propio paciente aún no formó. El procedimiento se está realizando en Buenos Aires, Tucumán, Santa Fe, Jujuy, Río Negro, San Juan, Corrientes y Córdoba.