Unos 50 vecinos de este Colonia Aurora efectuaron hoy viernes una protesta en la ruta 2, a la altura del acceso al pueblo, para rechazar los operativos de la Prefectura Nacional Argentina (PNA) por supuestos hechos de contrabando de soja hacia Brasil y de maquinaria agrícola proveniente de ese país.
La protesta se originó después de un operativo de la fuerza federal, ordenada por el Juzgado Federal de Oberá, en la costa del río Uruguay (Paraje Villafañe). Al parecer, los efectivos llegaron tarde y sólo encontraron rastros del ilícito que se habría consumado minutos antes. “Restos de semillas de soja y una camioneta”, informó un vocero de la fuerza. El vehículo fue secuestrado.
Luego se dirigieron a la chacra de un colono, situada a unos 600 metros del lugar, donde exigieron la documentación de un tractor de industria brasileña, y al no contar el propietario con la documentación que acredite su compra o tenencia, los prefectos intentaron proceder al secuestro del mismo.
Esta situación desató el enojo de los propietarios del tractor, que contaron con el apoyo de unos vecinos de la zona, totalizando unas 50 personas, que se enfrentaron a una docena de prefectos a golpes, empujones, gritos y hasta se escucharon disparos al aire, como intimidación.
Los colonos, que serían todos vecinos de la zona, impidieron el secuestro del tractor y como consecuencia de los hechos, decidieron iniciar una protesta en la ruta 2, en el acceso al centro del pueblo, altura del Paraje San Miguel.
La manifestación se mantuvo hasta el mediodía y el mensaje que pretenden hacer llegar al Juzgado y las fuerzas federales es un rechazo a los operativos. “Es insólito, protestan para que le dejen contrabandear”, resumió en off the record un integrante de la fuerza.
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Contrabando a gran escala
Sin embargo, los colonos alegan que “los operativos sólo persiguen a los pequeños productores que producen en la zona, y dejan pasar a los grandes contrabandistas que han montado una mafia trayendo soja de Chaco y Formosa por camiones”.
Uno de los cabecillas de la protesta señaló a PRIMERA EDICIÓN que “todos los días cruzan entre 10 y 20 camiones cargados de soja que vienen de Chaco y Formosa, pareciera que eso no ven en el Juzgado ni en Prefectura”.
“Acá hay una organización que nadie se anima a denunciar, pero hacen contrabando todo el año, hay temporadas que llevan soja y otras épocas que llevan tabaco. Con ellos nadie se mete”, indicó un colono que estuvo en las protestas.
La indignación de la mayoría es porque las autoridades, supuestamente, “hacen la vista gorda” para algunos y persiguen “a los chiquitos”. Los que conocen el negocio saben que se paga hasta 2.500 pesos por día para “hombrear” bolsas de soja de los camiones a las barcazas que luego cruzan el río.
Una cuestión cultural
El intendente Carlos “Cali” Goring (PAyS) prefirió no hablar del tema pero trascendió que los manifestantes le pidieron que los acompañe en la protesta. En charlas íntimas con vecinos, se habría manifestado en contra del secuestro de tractores provenientes de Brasil “porque son herramientas de trabajo”.
Asimismo, el diputado nacional del Frente de Todos, Héctor “Cacho” Bárbaro, referente social y político de Colonia Aurora, señaló a PRIMERA EDICIÓN que “acá hay una cuestión cultural e histórica heredada de sus padres, donde los colonos que producen soja la llevan a Brasil, porque son volúmenes pequeños y porque si tienen que enviar a los puertos argentinos no le cierra los números”.
“Incluso traen los insumos, como semillas, fertilizante, y hasta vienen técnicos de Brasil a analizar la tierra y las plantas para ver qué le falta. Es una costumbre que está muy arraigada”, indicó.
“Más allá de que es un delito, yo pienso que hay que buscar alternativas para no condenar a un pequeño productor que se gana la vida haciendo lo mismo que hacían sus padres y abuelos”, remarcó.
Pero aclaró que “el problema ahora se agrava por la pandemia de coronavirus en Brasil y porque algunos están trayendo soja de otras provincias para cruzar y hacen un negocio millonario”. “La soja que viene de afuera no está producida acá y no tiene nada que ver con la cuestión cultural, eso sí es un delito que excede la costumbre de los colonos de la zona”, remarcó el diputado nacional Bárbaro.
Tractores brasileños
Otro problema ocurre con los tractores usados que los productores compran de Brasil y los pasan de contrabando. Son herramientas de trabajo. Para la Justicia es un delito pero también es una cuestión cultural de la zona.
Por esta razón el diputado Bárbaro presentó un proyecto de ley para permitir la importación de maquinaria agrícola usada, destinada a “pequeños productores” de la zona. “Yo avise al Juzgado Federal de Oberá que si continúan secuestrando tractores a los colonos se iba a armar una revuelta, están muy enojados”, dijo Bárbaro.