El único detenido por el abuso sexual múltiple de una embarazada de nueve meses fue imputado por el hecho, según fuentes judiciales. Fue en el marco de la declaración indagatoria que se llevó a cabo en el Juzgado de Instrucción 4, a cargo de Miguel Ángel Faría.
El acusado, un changarín rural, negó los cargos en su contra. No obstante y por orden del citado juez seguirá tras las rejas hasta que se resuelva su situación procesal.
El ataque a la víctima, una joven de 20 años, fue perpetrado por tres encapuchados, el pasado viernes 10 de julio a la noche, en una calle terrada del barrio Pozo Público de Concepción de la Sierra. Al momento de ser interceptada por los delincuentes, la mujer se dirigía a su domicilio.
El acusado, quien fue capturado apenas trascendió la noticia a través de PRIMERA EDICIÓN, es un peón rural de 22 años, domiciliado en el barrio Don Toto de Concepción.
En el allanamiento que se realizó en su domicilio los investigadores incautaron un buzo con capucha y un barbijo. En poder del ahora imputado se secuestró un elemento que según las fuentes puede ser clave debido a que habría sido el elemento que permitió dar con el sospechoso, una gorra con características particulares que podría ser reconocida por la víctima.
Imputación
El juez Faría imputó al sospechoso de “abuso sexual con acceso carnal”, pese a que el individuo negó la acusación en su contra. Mientras tanto los investigadores continúan la búsqueda de los otros dos presuntos cómplices.
En base a la denuncia y por algunos testimonios recabados, la víctima relató que ese viernes a las 23 se dirigía hacia su domicilio desde la casa de un familiar en el barrio Pozo Público, donde había estado de visita desde las 18 aproximadamente.
En el camino y según consta en la denuncia, fue interceptada por tres hombres que cubrían sus rostros con capuchas. Los atacantes la tomaron por detrás, sin darle tiempo a correr o gritar en pedido de auxilio. La joven forcejeó con los agresores, quienes comenzaron a arrastrarla hacia un costado del camino, más precisamente un yerbal.
En esas circunstancias la mujer sufrió lesiones, como cortes y moretones en el rostro y en otras partes del cuerpo debido a que opuso tenaz resistencia. Una vez lejos de ocasionales testigos los individuos habrían abusado sexualmente de la joven.
Malherida y en evidente estado de shock, se dirigió hacia el domicilio de su madre, situado en el barrio Esperanza de esa misma localidad. Una doctora de turno diagnosticó que la víctima presentaba al examen físico “lúcida en estado de profunda angustia, embarazada de 38 semanas”.
Por otro lado, fuentes oficiales se refirieron al estado de salud de la mujer y confirmaron a este Diario que “se encuentra bien y continúa con asistencia psicológica”. Se estima que dará a luz en los próximos días.
No se descarta que se ordene desde la Justicia un cotejo de ADN entre las muestras obtenidas de la víctima con el del detenido.