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Mauricio Debarbora es un joven de Posadas que, con tan sólo 25 años, se recibió de Ingeniero Nuclear en el Instituto Balseiro de Bariloche. Luego de un año de desarrollo, finalmente el 22 de julio defendió su tesis vía Zoom.
Según contó a PRIMERA EDICIÓN, “había empezado a estudiar Ingeniería Civil en la Facultad de Ingeniería de la UNaM en Oberá”.
Sin embargo, luego de tres años de cursada, Mauricio decidió dejar la carrera y a la tierra colorada, para cumplir su meta de convertirse en ingeniero nuclear.
Así fue que, luego de meses de mucho estudio y esfuerzo para rendir el examen de ingreso, en junio del 2017 Mauricio fue admitido en el Instituto Balseiro. Cursó la carrera durante tres años y “durante todo el último año estuve trabajando en mi tesis”, contó.
La tesis
Su trabajo final “Análisis de métodos de reducción de varianza y su implementación al código de Montecarlo OPENMC”, contó con dos períodos de evaluación previos: el 29 de junio, y ya con la mesa de evaluadores conformada, “hice una primera presentación escrita para que los jurados puedan hacer su devolución con las correcciones correspondientes”.
Para el sábado 18 de julio “hice la segunda presentación ya corregida”.
Su defensa oral fue el 22 de julio, vía Zoom: “La presentación final fue oral y con una presentación que había preparado para desarrollar mi trabajo. Cuando terminé, el jurado me hizo algunas preguntas al respecto y ese fue todo el proceso”, explicó.
A grandes rasgos, el trabajo final de Mauricio consistió en modificar un programa desarrollado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, que permite calcular y hacer simulaciones de reactores nucleares.
“Lo modifiqué de una forma tal para que aumente la eficiencia de cálculo. De alguna manera se puede decir que añadí nuevas herramientas al programa para mejorarlo”, señaló y aclaró que“las modificaciones que hice no cambiaron la versión original, o sea, quedaron exclusivamente para mí”, explicó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
Rendir en cuarentena
Mauricio estaba cursando su último cuatrimestre normalmente, cuando la pandemia interrumpió su rutina.
“Cuando se habilitaron los permisos para que las personas que quedaron varadas en distintos puntos del país pudieran volver a sus casas, decidí regresar a Misiones. Vinimos en mi auto con dos chicos más y desde entonces, me quedé acá”.
Por esta razón, el joven no sólo rindió de manera virtual, sino que lo hizo a miles de kilómetros de distancia de sus evaluadores. Y según el graduado, esta nueva y curiosa defensa de tesis “se puede ver desde dos perspectivas: por una parte me pareció más fácil hacer la presentación por Zoom porque estaba solo en mi habitación encerrado, tranquilo y sin gente mirándome… Siento que ese factor de nervios que genera estar en un salón enorme lleno de gente, no lo tuve”.
Agregó que “igualmente los nervios del momento estuvieron”.
Sin embargo, también señaló que “al hacer la presentación virtual me perdí la parte de poder estar presente en el Salón de Actos del Instituto en el momento de la defensa, que es lo que todos los alumnos soñamos cuando estamos cursando la carrera, nos imaginamos mucho ese momento y yo me perdí esa foto”, se lamentó aunque “no me quejo igual, la situación no se dio esta vez”.
El festejo
Quizás se haya quedado sin la foto en el Salón de Actos pero, lo que la pandemia y la cuarentena no pudieron arrebatarle, fue su festejo: Y es que mientras Mauricio defendía la tesis, en el living de su casa estaban sus papás, tías, primos y amigos, siguiendo la presentación del joven a través de la plataforma virtual.
Cuando finalizó y salió de su habitación, la emoción se apoderó de todos los presentes y entre besos, abrazos y fotos festejaron durante todo el día. “La felicidad que sentí en ese momento, fue algo que nunca me había pasado. Es como que se completó el ciclo y que cumplí mi objetivo”, contó.
El siguiente paso
A pesar de no ser definitivo, Mauricio adelantó a este Diario que “lo más probable es que haga una maestría en el Instituto Balseiro, porque mi idea es continuar desarrollando el mismo tema que abordé en la tesis, pero profundizando aún más lo trabajado”.
Instituto Balseiro
El Instituto Balseiro es una de las entidades académicas de mayor alto nivel del país, que funciona en las instalaciones del Centro Atómico Bariloche por convenio entre la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
Creado en 19552, hasta el momento, es la única institución latinoamericana de capacitación en ciencias y aplicaciones de tecnologías nucleares dentro de la órbita del Organismo internacional de Energía Atómica. Una de las peculiaridades del Instituto Balseiro es que todos sus estudiantes de grado y gran parte de sus estudiantes de posgrado, reciben una beca que les permite trasladarse y residir en Bariloche. Debido a esto, las condiciones de regularidad del Instituto Balseiro son mayores que el promedio de las unidades académicas en la Argentina, siendo un requisito aprobar al final de cada semestre todas las asignaturas cursadas y mantener un buen promedio de calificaciones.