
A fines de mayo, la negociación por renovar el vínculo que vencía en agosto de 2020 parecía truncada entre las partes y Ferrer admitió que tuvo que pedir un permiso para circular y disfrazarse de delivery para poder entrar al country donde hasta el último fin de semana vivió Maradona, ahora mudado a La Plata.
“Cuando se iba a ir Diego, no dormí. Pedí un permiso para ir hasta Buenos Aires y convencerlo. Él vive en un barrio cerrado, así que me vestí de delivery para ingresar y pedirle que renueve”, explicó en declaraciones a TyC Sports, sobre lo que hizo en pleno aislamiento obligatorio dispuesto por el Gobierno nacional.
“Fue un enamoramiento recíproco. La gente del Lobo es parecida a los napolitanos y lo hicieron enamorar del club. Todo el día está vestido con la ropa del club, respira Gimnasia, y uno como hincha se emociona verlo así. En su casa están sus cuadros como jugador y al lado los de Gimnasia. Incluso nos pidió ser socio del club, él quiere pagar su cuota social”, sostuvo.
Este fin de semana fue importante para la vida diaria del primer equipo, ya que Maradona se mudó a una casa ubicada apenas a diez minutos de distancia del predio de “Estancia Chica”, donde entrena el plantel del “Lobo”.
Ferrer describió el nuevo hogar del 10: “La casa es muy grande. Tiene cuatro habitaciones, una pileta, un quincho, un parque enorme con una canchita de futbol”.
Con respecto a la situación del ídolo albiceleste y su estado de ánimo actual, el dirigente del “Tripero” expresó que lo vio “muy bien”. “Su cuerpo es único. Cambió un montón. Lo que lo mantiene vivo es estar trabajando dentro de una cancha. Está ansioso por reencontrarse con sus jugadores, pisar de nuevo el pasto”, concluyó.
Fuente: Noticias Argentinas.