Luego de tener la sede gremial cerrada por la pandemia, la filial Oberá de la Asociación de Trabajadores del Estado, ATE, volvió a las actividades presenciales en función al protocolo de bioseguridad. En ese marco, y a pedido de los empleados se realizaron reuniones para evaluar la actual situación.
“Nunca dejamos de trabajar y estar con los empleados, y siempre estuvimos en contacto con los funcionarios. El fondo del tema es el salario, hace meses quedó estancado. Lo único que recibimos en el año un aumento del 20%. Por lo que ahora es el momento y los trabajadores nos están exigiendo, que nos sentemos a retomar negociaciones. La semana pasada ya habíamos anticipado la necesidad de audiencia, lo volvimos a hacer esta semana y quedamos que la próxima semana nos van a atender” detalló Víctor Paredes, secretario general de la delegación.
Una recomposición salarial ante el aumento de la inflación y la canasta básica de alimentos en el país, es la urgencia. “El patrón nuestro es el intendente, el único que nos puede dar una respuesta. Durante estos días recorrimos diferentes sectores, con todos los cuidados que corresponden, porque nos estaban llamando y nos exigen la recomposición salarial. Es el objetivo. Hace años estamos corriendo atrás de la inflación, necesitamos lo antes posible llegar a un acuerdo, para que los empleados tengan el aumento que necesitan y merecen” afirmó.
En ese sentido Paredes comentó que en Leandro N. Alem fueron exitosas las negociaciones realizadas hace una semana con el jefe comunal, Waldemar Wolenberg.
“Nos reunimos con el intendente, le dijimos que muchos empleados no llegan siquiera al salario mínimo vital y móvil. Se logró un aumento del 10%, en blanco, una parte ya cobró y se acordó que ningún empleado quede por debajo del salario mínimo vital y móvil. Hablamos de la recategorización y pase a planta. Fue muy positivo” señaló y anticipó que la semana venidera se reunirían con el intendente de Campo Ramón, con el mismo planteo.