El sol derramaba primavera el pasado sábado 1 de agosto, cuando la organización solidaria Sincronía reunió a su grupo de niños, familias, amigos y vecinos del barrio Los Frutales de Posadas para dar las paladas iniciales al proyecto “Enraizar los Sueños”, una actividad educativa orientada a poner en acción las premisas de sostenibilidad ambiental y de trabajo compartido.
Para ello, en este vecindario de Miguel Lanús donde Sincronía instaló su “Casita” solidaria, enseñaron a los chicos plantar, a cuidar, a seguir el crecimiento para trasplantar. “Además, buscamos dar el ejemplo y motivar a que más gente se sume para salvar el planeta”, planteó Violeta Néstor, una de las impulsoras de la iniciativa junto a Cristina Siry.
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Ambas describieron el entusiasmo de los participantes que acudieron a la convocatoria de arborización y solidaridad el pasado fin de semana: “Nos acompañaron muchas personas dispuestas a dejar esta huella, una especie de ritual de siembra de esperanza. Eso es lo que queremos sembrar: el trabajo en equipo, el interés por el otro, un esfuerzo individual en un programa colectivo de mejoramiento urbano y ambiental. Porque para nosotros plantar un árbol es un acto de fe, colaborar en la construcción de una ciudad ecológica, con un desarrollo sostenible con más equidad. Y como dice el refrán, tan solo debes sembrar lo que puedes abonar”, describió Violeta.
“Algunos árboles fueron donados por gente del barrio, otros por el vivero El Puma y otros por el Mandy, que fue el que nos preparó el abono, y nos enseñó todos los pasos para que la plantación sea exitosa”, agregó.
Guardería de árboles
El proyecto incluye una Guardería de Árboles, conducida por Cristina Siry. Contó que “es una idea que nació en India y se transformó en un movimiento mundial. Lo quisimos replicar en Sincronía y, por qué no, proyectarlo a todo Misiones”.
Vital y proactiva, Cristina está convencida de que en los niños, este acto de enraizar y cuidar los reconstruye y permite avizorar la esperanza.
“Nuestro objetivo es transmitir la importancia que tienen los árboles: ellos purifican el ambiente oxigenando el aire, proporcionan sombra, mejoran suelos, son el hogar de muchas aves y, lo mejor de todo, muchas especies producen alimento. Y para nuestros niños es favorecer sus capacidades, desarrollar su potencial y ser protagonistas responsables de su espacio vital”, sentenció Violeta Néstor.
La jornada concluyó con un pequeño agasajo a los niños del barrio que participaron junto a sus familias, a integrantes del Rotaract local y a todos los habituales colaboradores de Sincronía.