
El CEO de la cerealera Vicentin, Sergio Nardelli, murió este miércoles por la noche de un infarto, confirmaron fuentes de la compañía cerealera.
El deceso de Nardelli, de 59 años, se produjo minutos antes de las 22:00 cuando se encontraba en su domicilio, situado en el centro de la localidad santafesina de Reconquista.
Una ambulancia ubicada en la puerta de su vivienda encendió las primeras alarmas, y minutos después se confirmó el deceso.
El CEO de Vicentin perdió el conocimiento y no pudieron hacer nada para recuperarlo.
La muerte repentina sorprendió a su entorno, dado que hasta este mismo miércoles mantuvo contactos con algunos allegados, quienes no notaron que podía producirse un hecho como el que ocurrió.
La última vez que se lo había visto públicamente fue en la reunión que mantuvo en la Residencia de Olivos con el presidente Alberto Fernández, luego de que el Gobierno decidiera intervenir la cerealera.
Vicentin venía atravesando una crisis casi terminal por el fuerte endeudamiento en dólares que tuvo el año pasado, que hizo eclosión con la fuerte devaluación ocurrida tras las PASO.
“Estamos consternados con el fallecimiento de Sergio Nardelli en este momento en el que las familias estaban unidas tratando de sacar la empresa adelante”, dijo Daniela Hacen, una de las accionistas de la compañía, en diálogo con La Nación.
Tras el anuncio de la intervención de la empresa, que luego fue dejado sin efecto, fue el mismo Nardelli quien solicitó el auxilio del Estado, según el Gobierno.
“El que pidió la intervención del Estado se llama Nardelli, el directivo que condujo todos estos años Vicentin“, había señalado el presidente Alberto Fernández.
Nardelli era nieto del fundador de la empresa y parte de la tercera generación a cargo de la cerealera.
Había quedado en el centro de la tormenta luego de que el Banco Nación, en 2019, le prestara más de 5.700 millones de pesos, cuando la cerealera ya estaba en cesación de pagos.
La muerte de Sergio Nardelli lo deja afuera de la causa abierta para investigar las maniobras que resultaron en “graves delitos” en perjuicio del Banco Nación por “créditos millonarios en dólares irregularmente otorgados a Vicentin SA“, según la descripción que hizo el fiscal federal Gerardo Pollicita al solicitar la inhibición general de bienes de ocho directores de Vicentin, entre ellos Nardelli, y también la del ex presidente y el vice de la entidad, Javier González Fraga y Lucas Llach, y el resto del Directorio de la entidad en el año 2019.
En una presentación de 79 carillas el fiscal describe cómo, a lo largo del año 2019, las autoridades del Banco Nación permitieron el otorgamiento de créditos por hasta 300 millones de dólares a Vicentin SA, sabiendo que la empresa ya había empezado a incumplir con sus pagos a partir del mes de agosto, y pese a que el monto de la deuda excedía los máximos autorizados por el Banco Central para un solo cliente.
Además, relata minuciosamente el modo en que Vicentin fue retirando los fondos que recaudaba por sus exportaciones entre agosto (cuando ya estaba en mora) y noviembre de 2019 en una cuenta que oficiaba de garantía de los créditos, sin que el Banco los ejecutara y con autorización de funcionarios de la propia entidad. Todas estas maniobras, señala Pollicita, estaban en conocimiento del directorio y del mismo presidente del Banco, González Fraga, que las permitió incluso pese a las advertencias en contrario del propio Banco Central.
El acercamiento de la familia Nardelli, corporizada en los hermanos Gustavo y Sergio, con la conducción de Cambiemos empezó mucho antes de la campaña presidencial de 2015. Ya en 2010, cuando era Jefe de Gobierno, Macri viajó a Reconquista, Santa Fe, para solicitar el apoyo económico de los Nardelli. Pero la relación se iba a afianzar durante el gobierno de Mauricio Macri.
El ascenso del PRO corrió paralelo al de la cerealera Vicentin. Justamente cuando Mauricio desembarcaba en la Casa Rosada, Alberto Padoan, principal socio de Nardelli en Vicentin, quedó al frente de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En esos años, la empresa protagonizó un crecimiento exponencial que la dejó en el cuarto puesto entre las cerealeras más importantes, cimentado en una ola de créditos irregulares de todos los bancos oficiales dominados por el PRO: sobre todo el Nación, pero también el Provincia y el Ciudad.
Así se conviertieron en los principales aportantes de las campañas macristas de 2017 y 2019. La cercanía llegó al extremo de que el nombre de Gustavo Nardelli, hermano de Sergio, fue medido para la carrera a gobernador en las elecciones que terminó ganando Omar Perotti.
En los pasillos del Banco Nación, en la época en que lo presidía Javier González Fraga, todos comentaban que la impresionante seguidilla de créditos otorgados a Vicentin, contra todas las regulaciones del Banco Central, no hubieran sido posibles sin el impulso decidido que llegaba del edificio ubicado a apenas 100 metros de la sede central del banco: la Casa Rosada.
Fuente: Noticias Argentinas (NA) y medios digitales