Uno de los mayores problemas que hoy tenemos es la falta del sueño reparador.
¿Qué significa esto? Un punto en común de consulta es “no estoy descansando bien”. Como el caso de Pamela, quien con 36 años fue medicada para descansar mejor por una de sus compañeras de trabajo y se alteraron sus valores de hormona tiroidea.
Pamela es docente y mamá de tres hijos en edad escolar. Ella volvió a trabajar en la facultad mientras sus hijos todavía no, es empleada nueva y con cambios significativos en su vida.
Ante la situación actual, sus hormonas cambiaron los ciclos y así lo cotidiano se volvió un gran factor de estrés negativo, ocasionado un transtorno tiroideo que considero hasta el momento se revertirá en su totalidad con algunos hábitos nuevos. ¿Qué sucedió en su cuerpo? Las glándulas Suprarrenales que secretan entre otras hormonas cortisol y adrenalina trabajan con mucha presión.
El cortisol tiene un ritmo circadiano que sube y baja según las diferentes circunstancias del día por ejemplo, si nos tocan bocina al cruzar la calle saltamos para no ser atropellados, pero luego automáticamente mejoramos al estar sentados y tranquilos esto es completamente normal.
Pamela sale a las corridas y deja sus hijos en su casa, corre y se tropieza, se ensucia la ropa, llega tarde al trabajo y hay una reunión, todos la ven como esperando la excusa diaria por el tránsito o sus hijos. Tiene un mal día en el trabajo. Llega a casa donde están todos con hambre, nadie hace nada y corre a la cocina, va a cambiarse, sus hijos demandan atención, la empleada avisándole que la plancha no andaba por eso no pudo planchar.
Quería “algo más fuerte” para descansar. El efecto adrenérgico normal en Pamela se mantuvo tan alto durante todo el día, sin períodos de descanso. Es imposible llegar a la noche y conciliar el sueño, con un fuerte medicamento que la dormía sin relajarla, yo lo llamo: “palo en la cabeza”, que noquea sin descansar.
Adquirir pequeños hábitos para que la ayuden a no acumular tensiones. Tomar agua al levantarse, bostezar. Si es posible una ducha. Luego el mate o café, no panificados ni lácteos. Galletitas o panes libres de gluten, ayudan a las bacterias intestinales a cansar antes el cerebro. Frutas secas, crudas o en compotas; semillas remojadas, infusiones, un huevo, son algunas opciones. Las hierbas para infusiones: romero o artemisa.
Cada una o dos horas realizar un movimiento. Respirar cerca de alguna ventana y estirarse. Organizar el día en casa y en el trabajo con anotaciones concretas. Planificar y delegar.
La respiración, agua y el cambio de posición del cuerpo bajan el nivel de estrés y dan cortes comprobados a nivel neuronal.
Disfruto y agradezco centrando mi atención en lo bueno, no miro todas las noticias y pongo una hora como límite para uso del celular. A la hora de dormir tomo magnesio con selenio. Consumir infusiones de Cardo Mariano, Valeriana o Melatonina.
Aprende que en lo sencillo de un té o un vaso de agua tus hormonas descansan. El sueño reparador comienza al despertar.