Oración de Poder para el Amor Incondicional . Es muy poderosa, preferiblemente efectuarla cómodo y tranquilo. Repetir incesantemente:
“Yo amo a Dios, Dios me ama a mi. Las energías doradas del amor de Dios ahora me llenan”.
Repetir lentamente sintiendo la luz dorada (cayendo como gliter dorado) del Amor Incondicional (A. I.) de Dios llenando tu cuerpo derritiendo deseos del ego.
Decir: ¡Oh Madre-Padre Dios!, te agradezco todos los eventos en mi vida. Yo perdono a los demás todas sus acciones hacia mí y solicito el perdón para todas sus acciones hacia ellos. Te pido me llenes con las energías doradas de tu amor incondicional, así nunca más me separaré de ti.
Repetir:
Ah yah ah (aaah yaah aaah)
Ah es el sonido puro de la energía orientada al amor incondicional de Dios.
Siente estas energías llenándote, penetrando todo tu cuerpo mientras visualizas la nube dorada rodeándote. Esta niebla dorada es la manifestación del A. I. de Dios.
Inhala la niebla dorada llenando tu cuerpo con el a. I. de Dios.
Exhala las energías negativas de los problemas que estorbaban tu capacidad de sentir el a. I. de Dios.
Puede que tu cuerpo se mueva o tu respiración se acelere o ralentice. Cuando los movimientos paran o la respiración se normaliza, respirar relajadamente volviendo a focalizarse en la niebla dorada y ahí repetir:
“AMOR DE DIOS, AMOR DE DIOS, AMOR DE DIOS. LUZ DE DIOS, LUZ DE DIOS, LUZ DE DIOS…”
Salir de la oración de amor lentamente para disfrutar del cuarto paso de la Escalera de Jacob o cuarto chacra del corazón, conocidas estas energías como la dicha angélica de Dios.
Si regresa rápidamente puede desorientarse o doler. Si así ocurriese, visualizar la nube dorada del A. I. de Dios sobre el área afectada.
Si mientras realiza las técnicas se da cuenta que está pensando otros pensamientos, dígase:
“YO PENSARÉ ESTA SITUACIÓN MÁS TARDE, AHORA ES TIEMPO DE EXPANDIR MI AMOR INTERIOR CON EL AMOR DE DIOS”.
Esta respiración y oración crean el flujo del A. I. de Dios en el cuerpo, alma y espíritu, juntos conocidos como tu Espíritu Santo.
Uno no puede cambiar las experiencias negativas del pasado, pero con el A. I. de Dios puedes quitar las energías negativas de los eventos desagradables del pasado.