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Aunque recién comienza a desandar su camino en la Reserva de Banfield, Tomás Adoryan (18) ya cumplió su primer sueño futbolístico. Hincha fanático de River, en uno de los primeros partidos amistosos que jugó en la Segunda del club le tocó estar justamente en el Monumental, ante un Millo de Primera y dirigido por Marcelo Gallardo.
“Estaban Robert Rojas, Bruno Zuculini, Cristian Ferreira, Julián Álvarez y Germán Lux. Venían de ser suplentes en las semis de la Copa Argentina ante Estudiantes de Buenos Aires, entonces hicieron fútbol contra nosotros, con Marcelo Gallardo en el banco. Para mí, fue un sueño hecho realidad”, recuerda con emoción el jugador misionero, oriundo de San Pedro, listo para dar el salto en El Taladro.
Aunque empezó en el mediocampo, a su llegada a Banfield se transformó en enganche. Mientras se prepara para asentarse en la Reserva y dar el salto al plantel profesional, Tomás repasó su presente junto a EL DEPORTIVO, a la espera de que 2021 sea el año más esperado: el del debut en Primera.
Tomás, de San Pedro a Banfield…
Sí (se ríe), empecé allá, en la escuelita del profe Omar Duarte. Y mediante un amigo que vivía cerca de casa, Ezequiel Da Silva, me probé en Guaraní cuando tenía 13 años. Estuve medio año en la Franja, viviendo en la casa de mis tíos en Posadas, y ahí pasé a Crucero del Norte.
En El Colectivero tuve a Miguel Serrano como DT. Él me dio mucha confianza para empezar a jugar en los torneos de AFA, en inferiores. Me acuerdo que el primer partido fue contra Aldosivi y la noche anterior no pude dormir de la emoción. Después me tocó jugar contra Douglas Haig, Colón de Santa Fe, Instituto, Talleres. Nos fue muy bien en ese torneo.
¿Cómo llegaste a El Taladro?
En Crucero compartí equipo con Lucas Calvo, un arquero del club que se fue a Banfield. Mediante ese contacto, su representante me llamó y me fui para allá. Eso fue en marzo de 2018. Hice una prueba en el club y me dijeron que vaya al día siguiente. Y al otro día. En ese tercer día, jugamos un amistoso con Boca, en Sexta División.
Por suerte, ese día entré en el segundo tiempo y jugué bien. Y ahí el Flaco Bilos, que dirige la Sexta de Banfield, y Julio Barraza, que es su ayudante, me llamaron y me dijeron que querían contar conmigo. Fue una alegría enorme.
Y empezó el sueño…
Sí, tal cual. Mi representante, Julio Juárez, me consiguió la pensión y me dio botines y todo para que pueda entrenar, gracias a Dios, porque si no podía pagar alquiler y todo eso iba a ser un esfuerzo muy grande para mi familia. Y bueno, ahí ya me tocó jugar contra Boca, River y todos los equipos grandes. El año pasado empecé a jugar en la Reserva y pude jugar un amistoso en el Monumental con varios jugadores de Primera.
¿Cómo fue eso?
El año pasado me promovieron a Quinta y jugué algunos amistosos en Reserva. Y en noviembre se dio ese amistoso contra River, en el Monumental. Yo entré en el segundo tiempo y pude cumplir el sueño de jugar en ese estadio, porque soy hincha de River.
Eso fue uno o dos días después de que River le ganara las semifinales a Estudiantes de Buenos Aires, por la Copa Argentina. Entonces los que fueron suplentes jugaron contra nosotros. Y ahí pude jugar contra jugadores como Robert Rojas, Bruno Zuculini, Cristian Ferreira, Julián Álvarez y Germán Lux. Y con Gallardo en el banco de suplentes, como entrenador. Fue una locura.
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Un día inolvidable…
Sin dudas. Es impresionante lo que juegan a ese nivel, River toca la pelota para todos lados. Se nota la categoría de esos jugadores. Después del partido, aproveché para sacarme una foto con Gallardo, pero también con Enzo Pérez y Franco Armani, que estaban mirando desde afuera, haciendo trabajos regenerativos.
Eso fue una semana antes de la final contra el Flamengo por la Copa Libertadores, así que aproveché y le dije a Gallardo que teníamos que ganar (se ríe). El Muñeco es muy buena onda, me dijo que iban a hacer lo posible. La verdad es que ese día fue un sueño hecho realidad. Siempre soñé con jugar en el Monumental. Y estaba ahí. Increíble.
Jugar en Reserva sería estar a un pasito del debut en Primera…
Sí, sí. Aún no llegué a jugar ningún partido oficial en Reserva, si no dos amistosos. Estoy buscando mi lugar y me estoy esforzando mucho para eso. Por lo pronto, siempre me convocan para hacer fútbol con ellos. Y existe una posibilidad ahora porque el enganche de Reserva fue ascendido a Primera. Y como estoy jugando de enganche…
¿Por qué cambiaste de posición?
Yo siempre jugué de cinco, pero cuando llegué a Banfield, Bilos y Barraza me vieron condiciones y me hicieron jugar de enganche. Ellos me dicen que juegue suelto, que espere, que reciba la pelota detrás del cinco rival y que haga lo mío, libre, que juegue. En estos últimos meses antes de la pandemia estuve peleando por mi lugar en Reserva, pero no se pudo. Si Dios quiere, el año que viene se tiene que dar.
Es decir que también tuviste roce con los jugadores de la Primera de Banfield…
Sí, sí, hice mucho de sparring. Por ahí no se dio de poder compartir una charla con alguno de ellos, pero tenés jugadores como Jesús Dátolo y Luciano Lollo, que son de lo más buena onda que hay.
Una vez, estábamos haciendo un trabajo de uno versus uno, yo lo estaba encarando a Dátolo y, cuando lo pasé, ligué un codazo (se ríe)… Apenas terminó la jugada, vino y me pidió disculpas, porque fue sin querer. Hay mucha buena onda con ellos. Después también con Hernán Crespo, técnico de la Primera. No pude charlar mucho con él, pero siempre nos da indicaciones, consejos.
¿Extrañas San Pedro?
Sí, al pueblo siempre lo recuerdo con mucho cariño. Siempre digo que, más allá de donde esté, San Pedro es mi lugar en el mundo. Allá tengo mis amigos del barrio Cristo, mis viejos, mi abuelo. Ya hice varios hinchas de Banfield por allá, al menos en mi barrio (se ríe).
¿Qué te dicen los amigos cuando les contás que jugaste en el Monumental?
Uhhh, me re felicitan, se ponen contentos. Me alientan a que le siga metiendo, que en algún momento se va a dar el sueño de jugar en Primera. Y yo quiero llegar para ayudar a que los chicos de allá también puedan llegar lejos. Como en todo, hay altibajos, momentos buenos y malos, pero los amigos y la familia me siguen motivando.
¿Cuál es tu sueño?
Mi sueño es llegar a Primera y llevarme a toda mi familia a vivir a Buenos Aires conmigo. Por ahora, mi sueño es debutar en Banfield. Y después, jugar en la Selección Argentina.