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La posibilidad del regreso a clases presenciales en septiembre para séptimo grado y el último año de la secundaria en las escuelas de Misiones genera inquietudes, dudas y opiniones diversas no sólo entre los padres, sino también entre los docentes, directivos y los gremios docentes que integran la Mesa de Diálogo con el Gobierno provincial.
El presidente del Consejo General de Educación (CGE), Alberto Galarza, confirmó ayer a Radio República que evalúan los escenarios posibles de retorno a clases presenciales y, en ese marco, se estudia el regreso en septiembre de los estudiante de los últimos años de los ciclos.
Anticipó además que “los primeros en volver serán docentes y directivos para hacer esta capacitación nacional”, cuya fecha ya está fijada para septiembre en el marco de lo acordado en el Consejo Federal de Educación. Galarza volvió a insistir que el regreso a clases en Misiones “no será una decisión política sino científica, porque de ninguna manera convocaremos a los estudiantes y docentes a entornos no seguros”.
¿Qué postura tienen los gremios docentes sobre el regreso a clases presenciales? En general, tanto la Unión de Docentes de la Provincia de Misiones (UDPM), como la Unión de Docentes Argentinos (UDA) como la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) coinciden en que este regreso a clases debe darse solamente si están garantizadas todas las condiciones de higiene y seguridad en las escuelas misioneras y, en la actualidad, son muchos los establecimientos que ni siquiera tienen agua potable y sanitarios.
La mirada de UDPM
“Nuestra postura es y sigue siendo la misma: las escuelas que no estén en condiciones, tanto de bioseguridad como infraestructura y personal de servicio, no retornarán a la presencialidad. Esto es de sentido común, no necesitamos análisis de epidemiólogos o especialistas que se den cuenta de esto”, indicó a PRIMERA EDICIÓN el secretario general de la UDPM, Rubén Caballero, para quien el regreso a clases debe evaluarse en función de cada jurisdicción y cada escuela”.
Para el dirigente, hubo una gran inversión en infraestructura escolar en los últimos años pero “es obvio que falta mayor inversión, especialmente en el interior de la provincia y muy especialmente en las aulas satélites que en su mayoría hoy no están en condiciones de volver a clases presenciales”.
Advirtió además la necesidad de que el Estado se haga cargo de contar con porteros de las escuelas, “ya no hablamos de una limpieza como se hacía en los tiempos prepandemia porque ahora se está hablando de una limpieza e higiene general cada vez que ingresa un nuevo turno”.
Caballero señaló además que la UDPM también sentó postura respecto al trabajo docente en la virtualidad o, como sucederá cuando vuelvan las clases presenciales en algunas divisiones, en la dualidad presencial-virtual, “el tiempo laboral del docente tiene que ser el mismo en la virtualidad como en la presencialidad, entendemos que por un tiempo convivan ambas modalidades pero de ninguna manera puede significar más trabajo por el mismo sueldo; sobre esta cuestión incluso se firmó un acta paritaria nacional el 4 de julio”, recordó el dirigente.
“Si sólo regresan algunas escuelas, se amplía la brecha”
Por su parte, la secretaria general de la UDA, Mirta Chemes, en sintonía con lo definido en la mesa nacional del gremio adelantó que “no vamos a acompañar si no están dadas las garantías, tampoco está bueno que sólo regresen las clases en algunas escuelas, donde se puede cumplir el protocolo, porque otra vez estamos ampliando la brecha entre las escuelas. Coincidimos en que hay que priorizar el regreso de los alumnos de los últimos años… pero también está la cuestión pendiente del acuerdo salarial, estamos exigiendo al docente, ponemos toda la responsabilidad sobre sus espaldas pero no estamos viendo que haya predisposición para mejorar sus salarios”.
Para Chemes, “todavía hay mucho por hablar y debatir, vamos a ser cautos. UDA presentó un protocolo pedagógico, y otro de salubridad y seguridad en el trabajo. Creo que es muy apresurado tomar hoy una decisión, de ser así tendríamos que ver cuáles son las condiciones”.
Piden un relevamiento externo
En tanto, desde la AMET, plantean la necesidad de contar con un relevamiento externo sobre el estado de las instituciones escolares de Misiones, realizado por especialistas de seguridad e higiene, como paso previo para pensar el regreso a clases.
“Este debe ser un paso previo al regreso a clases, pero en Misiones aún no se precisó quién será el que determine si una escuela está o no en condiciones de volver a la presencialidad”, indicó el secretario general de la AMET, Carlos Castro a PRIMERA EDICIÓN.
Destacó además que “debe estar garantizada la provisión por parte del Estado de los elementos de protección como los de seguridad e higiene”.
Castro recordó que, antes de la pandemia, el gremio acompañó el reclamo de escuelas técnicas que aún no tienen edificio propio, como la EPET 39 y la 35, y otras que piden aulas y talleres, “hoy, estas necesidades se redoblan”, aseguró.
No obstante, Castro se refirió a la necesidad de que los alumnos de sexto puedan hacer sus tramos de formación profesional y capacitación laboral, necesarios para la finalidad de estudios y aseguró que la mayoría de las técnicas estarían en condiciones edilicias de garantizar el desarrollo de este tramo.
“Me preocupa garantizar la higiene”
PRIMERA EDICIÓN inició ayer la ronda de consultas a los directivos de las escuelas para conocer las realidades de su institución y cómo visualizan el regreso a la presencialidad después de seis meses de clases virtuales. Un dato a tener en cuenta es que los directivos no sólo no saben si el Gobierno les asignará nuevos porteros en caso de necesitarlo, sino que tampoco conocen con certeza si volverán a trabajar a la institución los porteros que forman parte del plantel, pues algunos están en condiciones de pedir licencia o no regresar por integrar el grupo de riesgo del COVID-19.
“Lo que más preocupa es garantizar la higiene de la escuela”, confió la vicedirectora de la Escuela Normal Estados Unidos del Brasil, Marta Pavluk. Ese establecimiento cuenta con una portera para el Nivel Inicial que, si bien tiene un solo turno, dobla su horario para cubrir mañana y tarde. Además, hay un portero para la primaria y secundaria, que ocupa el ala ubicada en 25 de Mayo y Belgrano, que trabaja por la mañana y otro portero por la tarde. Durante un tiempo, había un portero por la noche que pagaba la cooperadora escolar.
“Creemos que son muy pocos los porteros para una escuela como la Normal porque no sólo hay que higienizar las aulas, sino también los espacios comunes, el ingreso, el espacio de los preceptores y administrativos, sala de profesores… es una escuela muy grande. Nos preocupa la garantía de contar con todos los elementos y condiciones necesarias para que los chicos y nosotros no nos enfermemos, y que no llevemos el virus a nuestras familias”, indicó la docente.
Observó además lo difícil que será mantener el distanciamiento social entre los chicos del último año del secundario, “ellos están desesperados por el quinto que no tuvieron, por ese último año de compartir juntos y los docentes tendremos que hacer de policías”.
También preocupa los cambios que tanto docentes como alumnos deberán hacer tras el regreso a clases con sus vínculos familiares.
“En mi caso, deberé dejar de ver a mi mamá, que es una persona muy mayor, para evitar exponerla a mayores riesgos”, detalló la vicedirectora.