¿Te agrada que te critiquen? Muy probablemente no. A nadie le gusta ser criticado. Esto se debe a que la crítica implica que cometimos un error, algo que internamente se traduce como “una herida al ego”. Por lo general, todos intentamos ocultar nuestros errores. Por esa razón, huimos de los críticos. Pero permitime recordarte que la vida está llena de ellos.
Nadie es infalible. Todos los seres humanos nos equivocamos alguna vez (algunos más que otros); pero pararnos en una actitud de “omnipotencia”, de alguien que todo lo sabe, nos aleja del aprendizaje y el crecimiento. Para avanzar, hay que practicar la humildad que significa sencillamente estar abierto a aprender de todo y de todos todo el tiempo.
Para lograr esto y no reaccionar negativamente, necesitamos tener presente que, hagamos lo que hagamos, siempre habrá alguien que nos critique. Lo ideal es no tomarlo como algo personal sino, más bien, como una oportunidad de aprender algo y ser un poco mejor persona. En ocasiones, el hecho de que nos critiquen se debe a que la persona tiene expectativas diferentes que nosotros no alcanzamos.
Te invito a analizar cuatro clases de personas críticas (entre muchas otras) que podemos encontrar en nuestro camino. A saber:
1. El que nos lleva la contra en todo
Hay gente que nunca están conforme con nada ni con nadie y se queja y critica a otros por todo. Se trata de personas que acostumbran llevarnos siempre la contra. En el fondo, no están contentos con su propia vida y lo proyectan en los demás.
2. El que nos avasalla con su crítica
Quien está frustrado, pero no es capaz de asumirlo, criticará de manera avasallante. Son esas críticas hirientes que destilan bronca y buscan condenar a los demás. Sin duda alguna a personas que actúan de este modo, hay que ponerles límites muy claros confrontándolas con firmeza.
3. El que nos critica sólo en ocasiones
Hay quienes aparecen en nuestra vida de vez en cuando sólo para criticarnos, por cualquier razón que sea. Lo ideal es no escucharlos.
4. El que viene a criticar como producto de su mentalidad distinta a la nuestra
Este tipo de críticos son los que más abundan. Aquel que se resiste a lo nuevo y el cambio (por su forma de pensar rígida) invariablemente criticará a quienes lo rodean, hagan lo que hagan.
Entonces, ¿cómo actuar frente a la crítica?
Fundamentalmente sin reaccionar desmesuradamente y sobre todo, sin devolver con la misma moneda. Simplemente tomarlo como una experiencia más. Lo mejor que siempre aconsejo es utilizar frases asertivas, es decir palabras que fijen un límite sin necesidad de agredir. Por ejemplo: “No me gusta que me hables de esa manera”.
En los tiempos que vivimos es fundamental no “enlazarnos” con la crítica y siempre pero siempre ponerle límites al maltrato verbal. Ignoremos lo que no nos ayuda a crecer, recurramos al humor y practiquemos el cancelar todo aquello que viene a achicarnos. Cancelemos la crítica con buenas acciones y enfoquémonos en lo que de verdad vale la pena, porque largo camino nos resta.