Luego de meses distintos en nuestras vidas, volver al ritmo y encontrarnos motivados nos puede costar un poquito, pero sin duda que sí se puede buscar nuestra mejor versión. La palabra motivación se deriva del vocablo latino “movere”, que significa mover.
Es evidente, la existencia de una gran disparidad en la definición de la motivación. Hay autores que plantean su definición desde una visión biológica, otros se decantan por el ámbito psicológico, otros se inclinan hacia un punto de vista conductual y finalmente, otros desde el ámbito cognitivo.
No obstante todos coinciden en considerar al mismo fin de nuestra conducta llevándonos a realizar determinados actos para conseguir un determinado objetivo.
Ponernos objetivos, metas o logros a alcanzar es aquello que me mantiene motivado, indistintamente del grado de dificultad del mismo, querer lograrlo es lo que me empujará a intentarlo una y mil veces.
Cuando pongo todo el énfasis en objetivos estéticos al realizar actividad física o algún deporte, es muy probable me frustre o pierda interés si no consigo exactamente lo que estoy buscando.
En cambio cuando hago foco en mi calidad de vida, en sentirme mejor, aprender algún deporte nuevo, disfruto, me relajo, no estoy pendiente de algo específico en mi cuerpo sino que voy recorriendo el camino pasándola bien, sin una exigencia desmedida que sólo me lleva a la frustración y a posiblemente dejar de hacerlo.
Luego de todos estos meses donde la rutina sufrió abruptos cambios debemos ser pacientes y darnos tiempo. No podemos pretender hacer grandes cambios del día a la noche, mejor pequeños pasitos lentos y seguros hacia donde deseamos.
Escucho personas que me dicen que no les gusta hacer actividad física, tal vez no se tomaron el tiempo para encontrar algo que les guste.
El hecho de movernos, es recreativo y sin duda un momento donde vamos a poder descansar nuestra mente de todo tipo de responsabilidades que nos acompañan a lo largo del día. Pero es fundamental encontrar la disciplina, el lugar, el horario, la compañía para que todo sea más placentero.
Si sos de esas personas que creen no pueden, son grandes o tienen prejuicios a la hora de ponerse las zapatillas, todos esos pensamientos son formas de sabotearnos que sólo hacen que te paralices y no encuentres la manera de intentarlo. Todos podemos, nunca es tarde para empezar y sobre todo disfrutar de la actividad física.