
El defensor Christian Cepeda firmó contrato con Los Andes y allí jugará cuando vuelva a rodar la pelota en el país. Mientras aguarda poder empezar con los entrenamientos, el marcador central contó a EL DEPORTIVO sus sensaciones y aspiraciones en el Milrayitas.
“Lo tomo como un desafío muy lindo para mi carrera, porque es una institución grande, que tiene mucho recorrido y te obliga a pelear cosas importantes. Los Andes es un equipo muy importante y por lo que representa el club, al firmar uno sabe que hay muchas obligaciones deportivas”, sostuvo el misionero de adopción.
Cepeda, además, indicó que “si bien todavía no se definió el formato de juego del próximo torneo, de la forma que sea Los Andes te obliga a pelear bien arriba, porque así lo exige la gente y el prestigio del club en su historia”.
El exFerro de General Pico se considera un defensor que puede jugar en ambos sectores, fuerte y con buen manejo de ambos perfiles. Además, tiene como característica principal el bueno juego aéreo, sobre todo en el arco de enfrente.
Sobre cómo se dio su llegada al club de Lomas de Zamora, Cepeda comentó que “las primeras conversaciones las tuve con dirigentes, quienes se interiorizaron por mi pase, mientras que con el técnico hablé hace unos días. Si bien no lo conozco, por las referencias que me dieron es un DT que sabe aprovechar contar con una cancha grande y que tiene pretensiones ofensivas. Todos los integrantes del cuerpo técnico son jóvenes e incorporan muchos conceptos sobre el juego actual”.
En esa línea, Christian señaló que está esperando el llamado para comenzar con los entrenamientos que “calculo que van a empezar los primeros días de septiembre, pero todavía no hay certezas sobre eso”.
Con respecto a cómo se encuentra en estos momentos, el defensor comentó que “mi situación es complicada, al igual que muchos de los jugadores y deportistas, porque hace mucho tiempo que estoy parado y tengo mucha incertidumbre sobre lo que va a pasar, pero uno trata de ser lo más optimista para sacar rédito a este momento de pandemia”.
Durante la cuarentena, Cepeda pasó un tiempo en General Pico, donde jugó en Ferro de esa ciudad en la última temporada. “Personalmente me costó un poco al principio porque venía de una lesión muy grave en Brown de Madryn (tuvo rotura del peroné y el club lo dejó libre) y en el último tiempo volví a la titularidad y terminé jugando casi todos los partidos en Ferro”, dijo.
Con respecto al aislamiento indicó que “después me vine para 9 de Julio, provincia de Buenos Aires, donde la cuarentena no fue tan rigurosa como en otros lados y que ya se encuentra en fase cinco. Eso me dio la oportunidad de poder ir al gimnasio, de salir a correr y mantener el estado físico”.
Christian tiene su corazón familiar partido en dos, pero ambos fueron muy necesarios en esta etapa. “En medio de tantas cosas, tanto mi familia de Misiones como la de mi novia, María Belén, fueron el sostén en estos meses. Son pilares fundamentales para este momento de tanta incertidumbre, porque ellos me acompañan en esta locura del fútbol”, aseguró.
Los inicios en Posadas
Christian nació en Capital Federal, pero junto a su familia se afincó en esta localidad desde muy pequeño, donde inició su relación con el balón, allí en las plazas y canchitas del popular Villa Cabello.
El marcador central empezó desde muy chico su pasión por la pelota. Se sumó a las filas del club Progreso Rowing de Posadas (actualmente CAPRI), pero gracias a una prueba de detección de talentos le llegó la chance de ir a jugar a un club de Buenos Aires. “Siendo muy chico me incorporé a Arsenal de Sarandí, tras pasar una serie de pruebas. La oportunidad llegó de la mano de los profes José Palo Ortega, Enrique Gerez y Roque Molina”.
Cepeda se destacó en las divisiones inferiores de Sarandí, donde hizo todo el camino que lo llevó a la primera, de la mano del exentrenador Jorge Burruchaga, quien lo incorporó al plantel. Sin embargo, se quedó con unas enormes ganas de debutar en ligas mayores, un sueño que todavía lo tiene y persigue.
Por último, el jugador contó sus objetivos a corto y mediano plazo: “Ojalá pueda seguir viviendo del fútbol y llegar a Primera División”, deseó el defensor central, quien consideró que una de sus metas es poder “jugar con continuidad en Los Andes y, si lo hago bien, creo que puedo dar el salto a categorías superiores”. El Milrayitas puede ser un trampolín para Christian, quien no deja de soñar con jugar en la máxima categoría del fútbol argentino.