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En la Cámara de Representantes de la Provincia de Misiones, se aprobó este jueves el proyecto de ley que permite el uso de celulares en los establecimientos educativos de gestión pública y privada, como herramienta pedagógica, didáctica y de innovación tecnológica.
En un contexto donde la tecnología se volvió protagonista en la educación, se delegó a cada escuela la facultad de disponer la utilización de celulares como parte de su planificación anual.
Celulares en las aulas misioneras
El uso del celulares en las aulas siempre fue un tema de debate a nivel nacional. En el caso de la provincia de Misiones, la tecnología cumplía un rol fundamental en las escuelas no sólo durante la pandemia, ya que previo a este año lectivo tan particular, ya había colegios que utilizaban estos dispositivos como herramientas educativas.
Es el caso del Instituto Roque González que hace años viene planeando actividades curriculares con la utilización de celulares.
“Nunca tuvimos una norma que prohibiera que los alumnos trajeran el celular. Incluso, en ciertas materias, los profesores autorizaban su utilización para desarrollar ciertas actividades”, contó a PRIMERA EDICIÓN el rector del colegio, Juan Rajimón y agregó que “principalmente en la asignatura de informática, los docentes solían armar consignas que incluyan a los teléfonos”.
En tanto, destacó que el uso de los dispositivos móviles no significó una brecha socio-económica en el instituto, ya que “se solían compartir si algún estudiante no tenía”.
Por otra parte, otro de los colegios que ya venían utilizando los equipos móviles como herramientas pedagógicas es el Bachillerato Humanista Monseñor Jorge Kemerer.
Al respecto, su director Santiago Masloski dijo a este Diario que “sólo permitíamos que se use en el aula para fines académicos y no para otras cuestiones” y agregó que, debido a este contexto, “el recurso de los equipos móviles va a tener que reforzarse ya que es el medio que la mayoría de los chicos usa porque muchos de ellos tienen más posibilidad de acceso a los celulares que a las computadoras”. En este sentido, opinó que “esta medida llega para quedarse”.
¿Generan más motivación?
Uno de los fundamentos que se defiende a la hora de hablar del uso de celulares en las aulas es que, en la actualidad, se los consideran herramientas facilitadoras de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Y es que la incorporación de la tecnología en la vida cotidiana de los jóvenes es tal que su manera de procesar los conocimientos también se vieron influenciadas por las TICs.
“No podemos negar esta realidad sino que se debe acompañar el avance que se va dando en la sociedad y, en ese sentido, la tecnología tiene que ser parte de la vida escolar”, señaló el rector del Roque González al tiempo que mencionó que “hoy por hoy, el celular ha facilitado muchas cosas. Por ejemplo, el diccionario ahora es reemplazado por la búsqueda en los dispositivos móviles. Se volvió parte de la convivencia escolar diaria”.
Al consultarle a Masloski por la posibilidad de que los alumnos se sientan más motivados a realizar las tareas desde sus celulares, opinó que “en realidad depende del docente. Yo creo que el celular o la computadora son una herramienta más, aunque ahora que la presencialidad se vio interrumpida, se hayan transformado en una pieza clave”.
Al respecto, contó que en el caso del Bachillerato, “cuando estábamos en la presencialidad, los que podían, porque no era obligatorio, y querían investigar datos concretos o buscar términos desconocidos, podían hacer uso de su celular”.
La reglamentación
Sin negar que los teléfonos móviles pueden traer grandes ventajas en proceso enseñanza-aprendizaje, el tema que más polémica genera es respecto al control de su uso.
“Es necesario establecer normas de uso, porque así como los celulares no pueden usarse en los bancos por cuestiones de seguridad, hay espacios y momentos en la escuela donde los alumnos necesitan de la socialización cara a cara”, dijo Rajimón.
En este sentido, “la reglamentación no pasa tanto por el control, sino más bien por la concientización. Tanto el alumno, como la familia y la escuela deben acordar que el celular sólo se use en determinados momentos y siempre y cuando lo autorice el docente”, concluyó Rajimón.
Siempre un paso adelante
La Escuela de Robótica, se proclamó como la primera en el país donde se utilizó al teléfono celular como una herramienta didáctica más, apostando a pedagogía que ofrezca un espacio de desarrollo, formación y expansión de vocaciones tecnológicas con habilidades como el trabajo colaborativo, la resolución de problemas, la creatividad e innovación, el emprendedurismo y autogestión, y las destrezas manuales, entre otras.
Por ley, no podían usarse en la escuela
En el 2007, la provincia de Misiones prohibió por Ley el uso de celulares en las aulas de los colegios públicos y privados. La fundamentación era que el teléfono distraía y desconcentraba a los estudiantes.
Sin embargo, fueron las propias escuelas las que con las experiencias del día a día, pusieron los primeros límites en el uso del aparato electrónico en el aula a través de las normas o códigos de convivencia institucionales.
En algunas escuelas, los chicos debían dejar los celulares en la Dirección y los retiraban al finalizar la jornada, en otras podían llevarlos pero dejarlos en volumen bajo o apagado y no atender en clase, mientras que en otras directamente se prohibía llevarlos.