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Después de estar al frente de Japón desde 2012 y habiendo cumplido el periodo más largo que un primer ministro ha ocupado el cargo, Shinzo Abe anunció su dimisión el 28 de agosto por complicaciones con una enfermedad intestinal que sufre desde hace varios años.
Abe anunció que permanecerá en el cargo hasta que su sucesor haya sido designado, sin embargo, las bases de la carrera que se abrió para suceder al líder hasta el final de su mandato, en septiembre de 2021, aún no han sido definidas.
La prensa local ha adelantado varias posibilidades, una de ellas podría ser una elección interna dentro del Partido Liberal Democrático (PLD), en la que podrían participar todos los integrantes del partido a nivel nacional. Sin embargo, esta opción podría no prosperar.
En medio de las restricciones de eventos masivos por la pandemia y la urgencia de un Ejecutivo activo para dar respuesta a la crisis, es posible que el PLD opte por una elección más limitada y fugaz, en la que solo participarían los integrantes electos del partido a nivel regional y los diputados. En todo caso, se espera que el proceso sea definido en el transcurso de la próxima semana.
Lo cierto es que, en poco más de un día, tras el anuncio de la renuncia de Abe, son varios los nombres que han empezado a ganar peso como posibles sucesores.
Entre ellos se encuentra el jefe de estrategia política del partido gobernante, Fumio Kishida, de 63 años, quien fue también ministro de Relaciones Exteriores de Abe entre 2012 y 2017. Conocido por su discreción, ha sido considerado por mucho tiempo como el favorito de Abe para reemplazarlo.
Entre otros posibles candidatos figura el secretario general del gabinete de Shinzo Abe, Yoshihide Suga, quien con 71 años es considerado como otro favorito para la elección, y también el actual ministro de Defensa, Taro Kono, de 57 años y la exministra Seiko Noda, de 59 años, quien podría ser la única mujer en la contienda.
Pero no son los únicos. La cara del ex ministro de Defensa, Shigeru Ishiba, de 63 años, también se posiciona como una de las posibles en la carrera. Ishiba, sin embargo, enfrentaría una mayor desventaja en caso de que el PLD optara por una votación limitada, ya que es en las bases del partido donde el político cuenta con mayor apoyo.
Otro de los hombres de renombre es Taro Aso, actual viceprimer ministro y ministro de Finanzas de 79 años. Aso, contra a lo que muchos llegaron a pensar, anunció que no se piensa a presentar al cargo.
Economía debilitada y pandemia
Sea quien sea el sucesor de Abe, varios expertos coinciden en que se esperan mínimos cambios en la estrategia de Gobierno. “Las políticas clave, la diplomacia y las medidas económicas, no cambiarán drásticamente“, afirma Shinichi Nishikawa, profesor de ciencias políticas en la Universidad Meiji en Tokio.
El experto señala que el sucesor ocupará un cargo de “interino” hasta que se acabe el mandato de Abe y el partido realice una nueva elección, prevista para septiembre de 2021.
Pero el nuevo mandatario heredará “grandes retos”, según señala Yoshinobu Yamamoto, profesor emérito de política internacional de la Universidad de Tokio, entre los que resalta la una recesión económica sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial y la gestión de la pandemia en un momento en el que el PLD y Abe son señalados de haber malgastado fondos para la emergencia y haber hecho un mal manejo de la crisis.
A nivel internacional, el nuevo líder se enfrenta también a un escenario de crecientes tensiones en medio de la guerra comercial entre EE. UU. y China, país con el cual Japón ha enfriado recientemente sus relaciones, tras esfuerzos durante años por mejorarlas, a causa de la aplicación de la Ley de Seguridad en Hong Kong y las tensiones entre Beijing y Washington.
Fuente: Medios digitales