Desde principios de agosto, los chicos de la Iglesia Bautista Pueblo Nuevo, junto a su grupo de líderes, se organizaron para juntar donaciones con la meta de entregar 500 paquetes para alegrar a los niños de diferentes barrios.
La campaña llevó el nombre de “Paquete feliz” y, ante la masiva respuesta en forma de donaciones de la población local, decidieron redoblar la apuesta y apuntar a que fueran 1.000 paquetes.
El objetivo se logró y pudieron llevar a cabo la entrega durante los domingos 23 y 30 de agosto.
Cumpliendo con los protocolos establecidos, manteniendo distancia y con barbijos puestos, los jóvenes pudieron celebrar este mes de forma diferente, llegando a varios barrios de la localidad.
Los chicos se disfrazaron y se llenaron de colores, sombreros y pelucas. Hubo payasos, abejas y hasta hawaianos, todo con el objetivo de hacer felices a los niños, que en su mayoría casi no han podido salir de sus casas a lo largo de estos cinco meses de cuarentena.
Los pequeños los esperaban ansiosos, muchos detrás de rejas y portones, otros salían a las veredas y a la calle, con tal de ver a los payasos y recibir su regalito.
Los padres y familias festejaban junto a ellos e incluso hubo ancianos salieron a la calle a demostrar que aún tienen espíritu de niños y recibieron regalos también, según contó el pastor Diego Zub, líder del grupo.
También recalcó que “no se trata de una iglesia o una religión: se trata de bendecir, alegrar y hacer felices, sobre todo, a aquellos que más lo necesitan. Son tiempos difíciles los que nos tocan atravesar, todos necesitamos un poco de amor y alegría”, sentenció.