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Luego del incendio que arrasó con 15 hectáreas de la reserva Monte Seguín, ambientalistas de la provincia continúan el reclamo por la protección de ese patrimonio natural local.
A raíz de los casos positivos de COVID-19 y del retroceso del municipio a “fase 2” hasta por lo menos el 14 de septiembre, fue imposible para los ambientalistas reunirse en el lugar con miras a avanzar en un reclamo formal ante el Municipio. La idea es volver a tratar, junto con el intendente Carlos Koth, el proceso de manejo institucional del lugar, tal como llevan esperando más de una década.
“En 2009 se creó la reserva natural municipal y nunca más se avanzó. A esa declaración en papeles le siguieron casi 12 años de ausencia absoluta, de cero esfuerzos de los gobiernos municipales que se fueron sucediendo sin que ninguno implementara los pasos siguientes: proteger, disponer cartelería y personal para su cuidado”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el ambientalista y guardaparque Diego Ciarmello, al frente de los reclamos.
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Koth había tenido varios acercamientos con los equipos naturalistas durante su campaña como candidato a jefe comunal y se espera que ahora, después del incendio que evidenció la necesidad de proteger Monte Seguín, canalice las gestiones para implementar el proyecto completo, que implica designar cuatro guardaparques (dos por guardia), vehículo y equipos de comunicación para empezar a reconocerlo como un área protegida y volcar presupuesto y esfuerzos para su protección.
Si bien este Diario no tuvo respuestas del intendente Koth al respecto, sí había anunciado -tras los últimos incendios de la semana pasada- que la Comuna tenía previsto implementar un plan de reforestación en la zona afectada.
Área de conservación
Conformado por 300 hectáreas, Monte Seguín es fundamental en la conservación de la fauna y flora nativa. Se creó a partir de una iniciativa del ambientalista y naturalista Juan Carlos Chebez, luego de una visita a Puerto Rico. Éste tuvo un rol muy importante junto a Luis Honorio Rolón en la creación de nuevas áreas protegidas y su fortalecimiento dentro del sistema provincial.
En ese momento estaba activa una organización ambiental conformada por jóvenes y se presentó el proyecto de proteger el área con respuesta positiva. “El primer paso se cumplió con éxito, que fue la respuesta positiva a este deseo de darle cobertura legal a un espacio que se reconocía muy valioso en términos ambientales y culturales, porque quedan vestigios de que allí haya habido un puerto y un antiguo cementerio”, reflejó Ciarmello.
A lo largo de la última década la reserva sufrió incendios, pero nunca habían tenido la magnitud del reciente siniestro. “No hay área natural que esté exenta a estos hechos por cuestiones de clima, sequía, como parte del ciclo de vida de un bosque. El problema es cuando aparecen los incendios intencionales como parecería que fue el caso”, advirtió el guardaparques.
“Hace unas pocas semanas se volvió a quemar parte de Campo San Juan sobre el cual se han firmado acuerdos a nivel nacional pero tampoco hay protección. Estos son dos ejemplos claros de que hay que hacer las cosas correctamente y que hay que ponerse a la altura de las circunstancias”, clamó.
“Señal de menosprecio”
Lo cierto es que, respecto a Monte Seguín, “después de su declaración como reserva municipal no hubo ningún tipo de desarrollo. Buscábamos adherir a esta reserva municipal al sistema provincial de áreas protegidas de acuerdo a la Ley 29 y que con eso el Ministerio de Ecología pueda volcar esfuerzos y complementarse con el Municipio para la gestión de la consecución de guardaparques”.
“Si a lo largo de más de una década no se hizo nada, entendemos que es una clara señal de menospreciar el área y de hecho un sector de la sociedad de Puerto Rico se va a ver reflejado con la falta de empatía con el lugar, entonces hay incendios intencionales, tiran basura, la queman, arrojan chatarras… Se ve permanentemente”, lamentó Ciarmello.
En sí, el lugar cuenta con infraestructura que se puede recuperar. En su momento se habían construido vistosas cabañas de madera y de ladrillos con fines turísticos. Su entrada se encuentra en un área periurbana a cuatro kilómetros del centro de Puerto Rico, con lo cual es de fácil acceso a los visitantes.
Especies en extinción
El Parque Seguín (declarado como tal por Ordenanza Municipal 119/09) alberga 211 especies de aves, entre ellas algunas en peligro de extinción como el Lechuzón Negruzco; mamíferos como la Corzuela Enana y otros animales silvestres, además de flora propia de este tipo de selva, y valor cultural al tener rastros del primer puerto y un antiguo cementerio.
Su conservación fue motorizada por el grupo Nativos y jerarquizada por el añorado naturalista argentino Juan Carlos Chebez, quien, en su paso por Puerto Rico en 2009, destacó -entre otras cosas- que “el Valle del Paraná fue siempre una calle distinta, con especies animales y vegetales que sólo se mueven por este valle. Tenemos que dejar pedazos de la barranca del Paraná como era para, entre otras cosas, ver cómo fue esto de poblar Misiones, cómo era cuando llegaron los primeros colonizadores.”.
“En Monte Seguín hay una tasa de renovales impresionante y tiene el Pacurí, este árbol que da un fruto fragante como el durazno, con el que se encarnaba para sacar el pacú. Pacú – Rí… la comida del Pacú”, reseñó entonces Chebez.
Por todo ello, especialistas en medio ambiente reclaman que sea tratada como reserva y se dispongan recursos para su protección.