
Los supuestos peligros por una elevada antena de radio causan temor, y por ello un vecino de Ñu Porá, Juan Alfredo Bogado, un jubilado de 65 años denunció la situación y requirió una urgente inspección al lugar.
“Es un verdadero peligro para nosotros. Estamos atemorizados porque recientemente, en los últimos temporales chispeaba toda la estructura”, describió el hombre en un angustioso relato a PRIMERA EDICIÓN porque “ya no sé a quién recurrir”, dijo.
Son varios los motivos de inquietud detallados por el hombre para quien la altura de por sí es “exagerada y peligrosa”, pero además durante los días de tormenta los rayos y chispazos que provoca la estructura hace temer lo peor.
Otra razón que angustia, en relación con las antenas de las estaciones de base es el relativo a los efectos a largo en la salud.
La estructura pertenece a un emprendimiento radial privado de la ciudad Capital desde donde se hacen transmisiones a través del dial 90.7 y por ese motivo la denuncia también fue contra la emisora cuyos estudios se encuentran colindantes al lugar y donde supuestamente y a decir del hombre no se cumplen los protocolos del aislamiento social.
“Trabajo como sereno y mi horario para ir a dormir antes de cumplir con mis actividades es al mediodía y la siesta, pero el estudio no cuenta con el debido aislamiento y tengo todos los días música a todo volumen. Es desesperante”, contó.
Clamó el vecino: “Por favor, pido a las autoridades que hagan algo urgente porque no estoy en contra de nadie sólo pido que los derechos de los vecinos que vivimos acá sean tenidos en cuenta”.
“Todas las veces que el tiempo está feo la cosa se pone peor por el ruido que hace la estructura, cuando se sacude por el viento y los chispazos que da”, prosiguió. Su vivienda, a decir de él, la más afectada se encuentra en las calles Tierra Roja y Clavel de barrio situado en la zona sur de la Capital.
“La situación se repite día tras día, es imposible tener salud así. Soy un hombre de 65 años y hace meses no tengo un descanso tranquilo por esta causa”, se explayó.
Denuncia policial
Bogado explicó que ya realizó una exposición ante la policía porque la incomodidad es sistemática pero que ante la falta de solución pidió hacer pública la situación a fin de que se intervenga desde los organismos de control correspondientes, reclamó.
Para el hombre, la opción que le quedó fue hacer público su calvario ya que “hice la denuncia el 19 de agosto, pero ni hubo ningún tipo de cambio y ni siquiera se acercó alguien a mirar, a controlar si es que las personas que vivimos en la zona corremos verdadero peligro”, dijo.
PRIMERA EDICIÓN estuvo en el lugar para recorrer las instalaciones y durante el trayecto dialogó con algunos vecinos, quienes dieron una versión contraria a la de Bogado. Ésto no se mostraron inquietos y mucho menos en contra. Comentaron incluso que, como la antena tiene un pararrayos evita que haya inconvenientes cuando hay tormentas eléctricas.