
La pandemia de coronavirus, el posparate y los protocolos sanitarios desnudaron una situación insólita en distintos lugares del país, incluso en Misiones. Es que, por ejemplo, la Liga Posadeña de Fútbol (LPF) ejerce su autoridad más allá de la jurisdicción capitalina. El detalle es menor en tiempos normales, pero no ahora, donde cada municipio es responsable de habilitar o no las prácticas deportivas.
Ya autorizados por el Consejo Federal de AFA, varios clubes de la LPF comenzaron a moverse durante la última semana bajo protocolo y autorización comunal. Sin embargo, la situación es totalmente diferente en Santo Pipó, de donde son dos de los equipos que animan los torneos organizados por la entidad posadeña. Y ante la posibilidad de que se juegue un campeonato antes de fin de año, tanto Sporting como Tigre avisan que se les complicará ser de la partida.
“En lo deportivo, creo que estamos más complicados que al comienzo de esta situación. Se nos hace muy difícil como club pensar en volver a las prácticas, primero porque dentro del municipio de Santo Pipó no están permitidos los entrenamientos de fútbol de once. Acá por el momento están homologados el deporte individual y las caminatas recreativas”, explicó Guillermo Peke Romero, presidente de Sporting e integrante del Comité de Crisis de la localidad, en diálogo telefónico con EL DEPORTIVO.
Romero explicó que, si bien Santo Pipó no cuenta hasta el momento con casos de coronavirus, “la realidad pasó a ser otra en los últimos días, con los casos detectados en Puerto Rico y Aristóbulo del Valle. Todos los municipios se están blindando, cerrando las puertas, y acá, por una cuestión geográfica, se está estudiando retroceder de fase”.
La cuestión sanitaria es, sin dudas, clave. Y no afecta sólo en cuanto a la salud en sí, sino también en otros aspectos.
“Nosotros queremos jugar, queremos competir el día de mañana, pero no podemos, y se nos va a hacer difícil afrontar un torneo. Es que además de lo sanitario, está lo económico y la logística: nuestro plantel tiene jugadores de Puerto Rico, Leoni, Jardín América, Campo Viera, Campo Grande y San Ignacio. Y hoy no tenemos siquiera transporte público, por lo que muchos de los jugadores no van a poder venir a entrenar. Esa es nuestra realidad. Se nos hace difícil programar algo”, especificó Romero, quien indicó que las inferiores del club tampoco volvieron a entrenar y que en las próximas horas la Comuna pipoceña podría resolver respecto a un nuevo status municipal, que retrasaría todavía más la vuelta a las prácticas.
En la vereda de enfrente, el histórico Tigre vive una situación similar. “Hoy es imposible planificar algo porque acá no están habilitados los entrenamientos. Todos queremos jugar, pero acá lo más importante es cuidar a la gente. Tenemos que tener extrema cautela. En el club tenemos jugadores de Jardín o de Capioví, localidades que hoy están cerradas por la pandemia”, explicó Dante Pigerl, referente del Felino, quien agregó que hay que pensar “paso a paso”.
Por último, respecto a la posibilidad de que se juegue un torneo antes de fin de año, Pigerl opinó que “personalmente puede llegar a complicar por toda la situación que estamos viviendo. Creo que hoy por hoy es inviable pensar en jugar un torneo. Ante esta realidad, no podemos equivocarnos. No está para jugar ni siquiera un picado ni nada”.