Desde los saberes antiguos, los ritos se han utilizado para recordar la sabiduría ancestral, reprogramando nuestra memoria celular y codificando información en nuestro inconsciente. Los actos simbólicos son una manera eficaz de comunicarse con el inconsciente en el lenguaje que el inconsciente entiende: el lenguaje de los símbolos.
Los rituales se transmiten de generación en generación como información codificada. Esta simbología sagrada conecta con el espíritu.
Un antiguo escrito Maya nos dice: “Todo en la naturaleza tiene vida, todo tiene energía y fuerza y todos estamos conectados”. “Cuando entres a un espacio natural es como entrar a la casa de un particular, deberás pedir permiso, mostrar respeto y llevar ofrenda. Todo esto agradará a los seres que habitan ese espacio sagrado”.
Trabajar con las fuerzas arquetípicas de los elementos, internalizadas en nuestra memoria genética, nos posibilita comunicarnos con lo inconsciente para autosanarnos.
Ritual de la Tierra: elemento que da vida material, aliento, sustento y cobijo. Donde se manifiesta el mundo mineral, vegetal y las plantas medicinales.
Ritual con las Aguas: elemento de pureza, limpieza y abundancia. Nos recuerda la fluidez y la consistencia. Cuando visites un río, un lago o el mar, lleva flores o pétalos de rosas. Agradezcamos la abundancia de las aguas en nuestra Tierra y recordemos la pureza de nuestros pensamientos y fluidez del amor en nuestros corazones.
Ritual con Fuego: elementos de transmutación, fuerza y cambio. Enciende tu fuego interno como externo. Entrégale al fuego aquellas cosas que no necesitas para abrir paso a cosas nuevas. Ofréndale escritos que eleven tus deseos y rezos. Aliméntalo con plantas secas como ofrenda por lo que tenemos y abre tu corazón para el cambio que él te brinda.
Ritual al Aire: elemento de dulzura, sabiduría y compasión. Es por donde nuestros ancestros susurran el conocimiento, es la caricia de las formas sutiles y etéreas.
Visita una montaña sagrada, enciende un sahumerio con plantas secas y resina aromática para que el humo eleve tus más puros deseos e intenciones. Utiliza instrumentos para que la vibración viaje a los mundos superiores y canta, canta, canta desde el corazón.
Te deseo felicidad para tu vida.