Convertir el movimiento en un plan familiar.
Sabemos que los niños aprenden copiando de los adultos que tienen en su familia, hasta los 7 años es imitación.
Qué mejor que buscar opciones para compartir juntos o participar de alguna manera (por más que hagan distintas actividades en el plan). Seguramente, los niños querrán probar y se motivarán por el solo hecho de ver que el adulto lo disfruta.
Para los niños y jóvenes de este grupo de edades, la actividad física consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, en el contexto de la familia, la escuela o las actividades comunitarias.
Con el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud ósea y por supuesto, evitar la obesidad infantil.Que niños y jóvenes de 5 a 17 años inviertan como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa.
La actividad física por un tiempo superior a 60 minutos diarios reportará un beneficio aún mayor para la salud. La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica. Convendría incorporar como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos.
Actividad física para todos
Estas recomendaciones son válidas para todos los niños sanos de 5 a 17 años, salvo que coincidan dolencias médicas específicas que aconsejen lo contrario.
Se habla de acumulación para referirse a la meta de dedicar en total 60 minutos diarios a realizar alguna actividad, incluida la opción de dedicar a distintas actividades intervalos más cortos (por ejemplo dos sesiones de 30 minutos) y sumar esos intervalos.
Siempre que sea posible, los niños y los jóvenes con discapacidad deberán seguir también esas recomendaciones. Sin embargo, tendrán que hablar con su proveedor de salud para conocer el tipo y cantidad de actividad física adecuado para ellos teniendo en cuenta su discapacidad.
Estas recomendaciones son válidas para todos los niños y jóvenes independientemente de su sexo, raza, origen étnico o nivel de ingresos. En el caso de los niños y jóvenes inactivos se recomienda un aumento progresivo de la actividad para alcanzar finalmente el objetivo indicado más arriba.
Es conveniente empezar con una actividad ligera y aumentar gradualmente con el tiempo la duración, la frecuencia y la intensidad. También hay que señalar que si los niños no realizan ninguna actividad física, cualquier movimiento inferior a los niveles recomendados será más beneficioso que no hacer nada en absoluto.
Efectos beneficiosos de la actividad física en los jóvenes
La realización de una actividad física adecuada ayuda a los jóvenes a: desarrollar un aparato locomotor (huesos, músculos y articulaciones) sano.
Desarrollar un sistema cardiovascular (corazón y pulmones) sano.
Aprender a controlar el sistema neuromuscular (coordinación y control de los movimientos).
Mantener un peso corporal saludable. La actividad física se ha asociado también a efectos psicológicos beneficiosos en los jóvenes, gracias a un mejor control de la ansiedad y la depresión.
Asimismo puede contribuir al desarrollo social de los jóvenes, dándoles la oportunidad de expresarse y fomentando la autoconfianza, la interacción social y la integración. También se ha sugerido que los jóvenes activos pueden adoptar con más facilidad otros comportamientos saludables.