Según los primeros datos recabados, cuando los efectivos de Gendarmería requirieron al conductor del camión la documentación pertinente notaron que tanto él como su acompañante, ambos de nacionalidad brasilera, estaban visiblemente nerviosos, por lo que decidieron profundizar el control.
De inmediato, y recurriendo a la colaboración del can detector de narcóticos, éste reaccionó como lo hace de manera habitual ante la presencia de estupefacientes alertando a los gendarmes, quienes al realizar la inspección visual comprobaron que en el interior del rodado había varios bultos.
Por disposición de la Justicia Federal, el vehículo que trasladado al destacamento de Gendarmería en San Ignacio donde se realiza el conteo y pesaje del estupefaciente. La cantidad de droga superaba los 9.700 kilogramos..