Dale a tu día en cada despertar la gratitud de esta nueva experiencia llamada vida, llena tus pulmones de aire y exhala siente el alimento diario: el oxígeno. Agradece por ello, poné algo de música que es deleite para los oídos y el espíritu, anímate a cantar aunque sea desafinado y si no te animas a cantar por lo menos escucha mucha música y déjate llevar por ella hasta bailar.
Abre el alma para todo lo bueno que la vida te ofrece, a pasar un día radiante en compañía de las personas que quieres dando y recibiendo cariño. Quizás te toquen desafíos en los cuales te podés tropezar y caer, pero podés volver a levantarte y comenzar de nuevo para seguir tu camino llamado: vida, con más sabiduría.
Sonríe a las cosas buenas que te pasan y contagia a los demás con tu alegría, convéncete de que podés vivir en armonía y fluir en creatividad.
Cada día regálate un momento de lectura, lee cosas positivas, buenos libros; lee poesías que es el arte de aceitar el alma, conecta con los sentimientos más puros como el amor.
Encara las obligaciones con satisfacción, es maravilloso disfrutar así del día que se vuelve magnifico; a cada instante se presentan oportunidades que la vida ofrece, no dejes escaparlas aprovecha. Todo esto sucede al estar positivo y todo fluye para encarar con valor la vida, nada puede detenerte para vivir tu propósito.