Pintar es un verbo. El arte de pintar es un Sustantivo, refiriéndose a la obra resultante. Pintar es comunicar, el arte nos humaniza, nos ayuda a comunicarnos en un lenguaje diferente y personal.
Es terapia, una actividad individual aún en un taller, clase virtual o grupo de pintura al aire libre, el estudiante entra en un mundo propio lleno de posibilidades. La estimulación de su parte creativa le permite aislarse positivamente de la realidad, lo cual genera un descanso mental que disminuye el estrés y genera sentimientos de felicidad y relajación.
Pintar es sanar, quien dedica varias horas a pintar o a crear, entra en una zona más pura, en un estado de concentración muy marcado, se borra el entorno y el tiempo transcurre sin darnos cuenta, los dolores físicos desaparecen y es como entrar en otra dimensión sin abandonar el cuerpo.
La pintura distrae de los propios problemas y ayuda a sacar la angustia y a convertirla en algo tangible, aprender a pintar le ayuda a vencer el miedo a enfrentarse a sí mismo, a ser perseverante y le motiva a realizar algo que sea sólo suyo, un proyecto personal, único, que le da gran satisfacción.
Con el dibujo y la pintura se estimulan ambos hemisferios del cerebro, tanto el izquierdo como el derecho. El izquierdo involucra el lado lógico racional mientras que el derecho explota nuestra creatividad y emociones.
Pintar fomenta la inteligencia emocional y espiritual. Las emociones forman parte de nuestro mundo creativo que todos llevamos dentro, hacer fluir esas emociones a través de la pintura ayuda a crear armonía entre el corazón y la mente, lo cual nos lleva a experimentar felicidad, amor, empatía y paz.
La práctica del dibujo y la pintura son procedimientos que demandan cierta cantidad de paciencia y cautela, nos enseña a esperar, a escuchar y a apreciar el silencio, en resumen, a tener paz, prudencia y respeto por nosotros mismos y los demás.
El conocimiento que una persona puede recibir cuando aprende a pintar le da la capacidad de entender su propio Ser, tanto por medio de las prácticas antes mencionadas como ejercitar la paciencia, la visualización, el enfoque, la autoestima, la pasión… como por medio del análisis de los procesos. Autodescubrirse fácilmente.
Pintar es diversión. Todos los beneficios que tiene una sana diversión los tiene aprender a pintar: reír, socializar, aprender algo nuevo, motivarse a terminar las cosas, apreciar la naturaleza, apasionarse por algo sano.
Y para finalizar estas tres “maes” coincidieron en que pintar es una pasión. Que ellas comparten, y aman tanto como el arte de ser maestras.