El hombre propone y Dios dispone, es la frase de cabecera de la enfermera y locutora Mirta Vergara, una obereña que se radicó en esta ciudad a los siete años y aquí desarrolló su profesión en la sanidad y su pasión por la radio.
Tras cursar la escuela primaria y el secundario, se trasladó a Eldorado, donde estudió enfermería en el hospital Samic, para hacerse camino en una carrera en la que lleva más de treinta años de servicio. Tenía 19 años cuando comenzó a trabajar en el hospital de área de Jardín América “Tadayoshi Kamada”, donde fue enfermera a lo largo de quince años.
Luego la trasladaron a los Centros de Atención Primaria (CAP). “Me gusta porque me encanta ayudar a la gente, a un enfermo hay que darle lo mejor, tratarlo con una sonrisa. Tus problemas deben quedar afuera porque la gente necesita la alegría de una enfermera, eso me enseñaron cuando estudiaba.
Ese es el don que tenemos, la mejor compañía, alegría, hablar, levantar el ánimo. Muchas veces el paciente está decaído y una le dice ¡levántate que el día está hermoso!, ya ve las cosas de otra manera, distinta”, manifestó.
Pero había algo más. Vergara soñaba con introducirse al mágico mundo de la radio. “Siempre me gustó la radio y la locución, escuchaba todos los programas desde chiquita, me encantaba hacerlo y siempre decía que algún día iba a ser locutora”, dijo.
Hizo un curso de locución y así comenzó. La primera vez que se instaló frente a un micrófono fue en Puerto Rico, allá por 1988, donde hacía un programa de interés general, con música variada. Luego la convocaron desde FM Odisea, la primera radio de Jardín América, donde incursionó en un programa infantil, en vivo, los domingos, de 9 a 12. Se llamaba “La alegría de vivir”.
“Esos chicos que participaban son padres, una de ellas siempre me escribe desde lejos y me dice que le gustaría volver a Misiones para hacer radio conmigo. También tuve la visita de una chica de Tucumán, que se contacta siempre y dice que quiere ser como yo.
Esas cosas me llenan de orgullo y me animan a seguir adelante, a pesar de los años la gente me sigue apoyando y animando. Es maravilloso”, expresó, quien asegura que “no olvido mis raíces, de dónde vengo”.
Actualmente está al aire los sábados, de 9 a 12, en una emisión que se denomina “Libre para escuchar”, que va por radio municipal Los Pioneros 98.5. “Es un show, algo divertido, le puse como slogan que es el programa que despierta los sentidos.
Al escucharme, la gente levanta su ánimo, según me cuentan. Siempre busco eso, la mejor onda. Soy una persona sencilla, que trata bien a la gente. Siempre soy positiva y digo que hay que tener fe en Dios, que él nunca nos abandona”, señaló.
Confió que sus programas son espontáneos y que, con el primer mensaje que manda la gente, “ya encontramos el rumbo, me sale del alma, tengo esa capacidad. Es la empatía. Son tres horas las que debo estar al aire y me quedo corta.
Todos los sábados tenemos sorteos con regalos de los anunciantes, de la municipalidad local, hago preguntas, adivinanzas, concursos, cuando no había pandemia tenía invitados especiales que contaban sobre sus eventos, festejaba los días especiales como del niño, la madre, el padre, y siempre acostumbraba a celebrar mis aniversarios, pero cuando llegué a los 30, el año pasado, dije que no lo haría más. Voy a seguir en la radio, pero sin festejos porque es muy demandante”.
Como su horario es antes del mediodía, “siempre pregunto qué es lo que están haciendo. Y dicen estoy limpiando la casa, planchando, en el negocio, tengo la radio arriba del ropero, hay muchos solos a los que les hago compañía, y reír, lo que quiero es que la gente se sienta bien cuando me escuche. La gente que escucha es, por lo general, de los barrios”.
Durante todos estos años, “traje a muchos grupos musicales importantes con la colaboración de toda la audiencia, de los auspiciantes, de mi familia, mi hija Laura Adriana Vergara y mi hijo Luciano Leonel Pereira”.
Entre los convocados, mencionó a Daniel Agostini y el grupo Sombra, Los Ávila, Antonio Ríos, Malacate, Volcán, que dieron sus recitales en La Soco bailable. A las fiestas aniversario, realizadas en el polideportivo municipal, acudieron Los Bohemios, Andy y los Ángeles de la Cachaca, Los Rollers, Los Charros, Jorge Ratoski.
“Hubo grupos variados, tengo miles de fotos para el recuerdo, que traen a otros recuerdos. También hice cenas show con el Grupo salvaje, con Coco Rodríguez, que la gente acompañó. También trajimos al Club Alemán, al grupo Callado (cachaca), de México, eso fue importante”, narró.
Se emociona cuando analiza que “nunca pensé que iba a llegar tan lejos, no puedo creer que pasaron tantos años y la gente no se cansa de escucharme. Acá todos me conocen, cuando estoy haciendo compras y escuchan mi voz, dicen: ¡mirá quien está ahí! Soy de perfil bajo, pero me siento bien. Soy sensible, me emociono fácilmente, cuando hay oyentes que me confían.
‘Mirta sabes que me compré una radio para escucharte, o estoy comprando pilas para escucharte porque vivo en la colonia y no tengo luz eléctrica, o tuve que poner la radio en el techo porque no hay señal, eso no tiene precio”.
“Siempre digo que en la radio hay que tener constancia, perseverancia, y tratar de brindar la mejor compañía a través del aire, del éter porque la radio es magia. Por lo general, la gente se imagina como es la locutora, pero a mí ya todos me conocen.
Nunca me van a ver mala onda, por el contrario, contenta, alegre, más allá de los problemas que una tiene en la vida”, aseguró la profesional, al tiempo que envió un agradecimiento a las radios en las que estuve trabajando y a todos los operadores con los que tuvo “el placer” de acompañar.
Club de corazones
Un capítulo aparte merece este programa para el que Vergara fue convocada por el productor y operador Miguel Roa. “Era un programa muy exitoso, romántico, que iba de 20 a 24, por FM Odisea. En ese momento nos manejábamos con cartas. Miguel llevaba los buzones a los kioskos, mercados, despensas, y después iba con la bicicleta, los recolectaba, y traía a la radio.
Ahí yo seleccionaba las que iba a leer al aire porque eran muchas. En ese tiempo nos manejábamos con cassettes y discos, era un trabajo impresionante que se simplificó con la llegada de la tecnología. El operador tenía que poner el cassette en punta antes de salir al aire”, rememoró.
Cuando aún “podíamos reunirnos, me decían, a modo de cargada, que hiciera Club de Corazones en vivo. La modalidad era mandar saludos a su enamorada, me contaban que estaban de novios, que pasara un tema romántico, que leyera un poema de amor, hasta hace poco me decía un señor que a través de mi programa conquistó a la que hoy es su esposa.
Mandaba cartas y saludos de forma diaria, y pudo concretar ese sueño. Me piden que vuelva, pero con lo que tengo estoy conforme. A Dios agradezco por otro día más de vida, y los sábados, antes de ir a la radio, me encomiendo a él para que me vaya bien, porque es quien manda en la vida”, aseguró la abuela de Franchesco, quien “me llena la vida de alegría”.
Dijo que cuando trabajó en FM Strait fue Carlos Imamura el que trajo la primera computadora a la emisora. Destacó la tarea de un operador como Nuto Sánchez, y recordó con nostalgia a otro como Cali Kubizen, que ya no está entre nosotros.
“Siempre trato que todo salga bien, y que nos llevemos bien entre los compañeros, los operadores, con los que soy muy exigente. Ellos me entienden, y les agradezco”, sostuvo Vergara que durante la temporada estival hace la animación, los domingos por la tarde, en los Saltos del Tabay.
“FM municipal tiene una repetidora en ese sitio y estamos de lunes a lunes, de 16 a 18, y los domingos de 14 a 19, presentando a los artistas en el escenario mayor”, acotó esta referente de la radiofonía local que, en 31 años en radio, “hay muchas cosas para contar”.