La fiesta comienza el primer fin de semana de octubre. Un grupo de vecinos de este municipio se organiza desde hace cinco años para honrar al alimento sagrado, aquel “que no podía faltar en la mesa de nuestros abuelos y padres”, explicó Dora Luisa Grabarczuk, presidenta de la comisión organizadora.
Lo que comenzó como una tradición popular, el año pasado fue declarada Fiesta Provincial del Pan, lo cual representa para ellos “un verdadero orgullo. Presentamos un pan de dos metros como novedad. Siempre queremos incorporar una novedad a la fiesta”, dijo Dora.
Para este año las sorpresas previstas eran muchas. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 no permitió festejo alguno. Aunque no por eso la fecha pasó inadvertida, ya que la comisión decidió preparar igualmente los panes: “Un grupo de mujeres de la comitiva los horneó; unos canastos los entregamos a los funcionarios y los otros los ofrecimos en la plaza, junto a los feriantes, y la gente participó. Lo importante es que no quedó en el olvido”, manifestó Grabarczuk.
Inicios de la fiesta
Todo comenzó en 1996, cuando se fundó la asociación civil que engloba el hogar de ancianos local y la Biblioteca Popular Mejor Pasar. “Es una sola asociación donde funcionan dos instituciones, que tienen los mismos objetivos”, aclaró Grabarczuk.
En esta entidad sin fines de lucro trabajan los mismos miembros: está integrado por 18 vecinos, “todos mayores, de entre 70 y 50 años, y somos los mismos atendiendo ambas partes. Nunca funcionó el hogar como tal, ya que no contamos con el presupuesto, sin embargo, todos los miércoles nos reunimos con los abuelos para almorzar y le damos una bolsita de mercadería a cada abuelo”, precisó.
En 2002, para solventar gastos de la asociación, decidieron hacer y vender pan. “Lo incorporamos los jueves y junto con un menú que ofrecemos a los clientes de la biblioteca, con ese ingreso pagamos gastos de luz, agua y personal. Es una forma que encontramos para mantener a las dos instituciones”.
Al comienzo tenían un solo horno. Luego, al poco tiempo compraron el segundo. El año pasado “incorporamos el tercer horno porque se declaró Fiesta Provincial y necesitábamos más recursos”.
Ahora, ¿por qué Gobernador López celebra la Fiesta del Pan? Existen dos respuestas que, a su vez, se complementan.
La primera y más sencilla es que “cada pueblo tiene que tener una celebración y nosotros todo lo que pensamos ya lo tenían en otros municipios. Y como todos en el pueblo conocían nuestros panes, dijimos: ‘Haremos una Fiesta del Pan’”, recordó la presidenta.
Pero, por otro lado, esta celebración es una manera de conmemorar a los pioneros: “Nuestro pueblo está integrado por muchos inmigrantes europeos y una de las características de las familias era que siempre se tenía pan en la mesa. Eran familias numerosas que hacían mucho pan para la familia. Los domingos, cuando se salía a visitar a vecinos, amigos y familiares, la costumbre era llevar un pan dulce o un pan casero, eso hacían nuestros padres”, comentó.
Para finalizar, Grabarczuk compartió un recuerdo de niñez: la mesa de su casa materna donde “nuestro padre era quien cortaba la rebanada de pan y repartía a los hijos. En homenaje a ellos surgió. Son panes especiales porque es en homenaje a ellos y porque los hacemos con nuestras manos”.