Cuando digo naturaleza estoy diciendo volvamos al origen, ese lugar desde donde todo procede.
El inicio de la vida misma, ya que la vida fue evolucionando desde organismos unicelulares, hasta los reinos minerales, vegetal, animal, se fue reproduciendo desde un orden simple hasta complejizarse. Una maravilla de ¡ingeniería! El misterio de la vida inalcanzable para nosotros porque hay algo en el trasfondo que anima imposible de capturar o reproducir en el laboratorio, es el principio vida que está oculto en la naturaleza misma del ser.
Vida. Chi. Dios.
Como quieras llamarlo y cuando digo: “Volvamos a la naturaleza, volvamos al inicio desde donde todo procede”, estoy hablando de esa fuente de vida creativa que subyace en cada uno de nosotros latente y espera silenciosamente ser descubierta, desenredada de todos los laberintos y conceptos mentales.
Despojarnos del todo y desheredarnos hasta que no quede nada, nada de lo conocido, soltar las identificaciones, imaginaciones y mentalizaciones de lo que creemos que somos, volver a nacer, nacer a nosotros mismos, libres de conceptos, volver a sentirnos, volver a vivir.
La naturaleza no sólo nos acoge en su seno sino que nos envuelve en su ritmo, en el cual vamos ordenándonos al compás del ritmo universal, ese ritmo de la creación en donde todo late al compás del amor, ya que amor es creación en orden. Un orden mayor imposible de abarcar con nuestra mente finita.
En la naturaleza está todo: ritmo, luz, creación, sustento, alimento, remedio a todos los males, ya que todos los males proceden de apartarnos de lo natural.
Caminar en silencio por un corredor verde sintiendo cada paso en conexión con la vida circundante, acompañados sólo de nuestra respiración y el latido de nuestro corazón, liberarnos de pensamientos autolimitantes a cada paso, pensamientos de crítica, limitaciones, juicios, dolor y repetición es volver a sanar el inicio y recuperar nuestro lugar.
Primero dentro de nosotros mismos para luego volver a pisar el suelo con amor y humildad. Sanar y recuperar el lugar dentro del todo mayor. Caminar en la naturaleza siendo autoconscientes es volver conscientes todos los espacios de la naturaleza que siguen evolucionado a través de nosotros, con amor.